Finalmente, y después de que se diera conocer la noticia de que su hijo fue detenido con droga en un auto oficial, Guadalupe Argüelles, la nepotista madre consentidora, renunció a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. Antes, como publicáramos, intentó poner a su hija en un puesto de autoridad en la dependencia de la que es titular. Después ella misma fue con su marido a madrear militantes de Morena a Tantoyuca.
Pero lo del hijo ya no lo pudo tolerar el titular del ejecutivo veracruzano, por lo que en un mensaje escueto el mismo gobernador dijo: «El día de hoy he aceptado la renuncia de la Secretaria de Trabajo, Previsión Social y Productividad, Lic. Guadalupe Argüelles Lozano, por asuntos del ámbito personal que requieren su atención y de manera temporal como encargada de despacho he designado a la C. Diana Aróstegui».
Habría que decir que Guadalupe Argüelles no es la única funcionaria que ha pecado de nepotismo y de corrupción. Muchos de los funcionarios andan así, y eso lo sabe el gobernador Cuitláhuac García, aunque el señor ha pecado de omiso, y sólo cuando se desata este tipo de escándalos, donde se da a conocer la pus que supura en su administración, es que se decide a tomar los asuntos en sus manos.
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