Empresarios ignoran necedades del Presidente

Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / LUEGO DE que el Presidente Andrés Manuel López Obrador negó a principios de este mes beneficios fiscales a empresarios que solo le pedían prorrogar el pago de impuesto, no excepción de los mismos, debido a los efectos económicos que el coronavirus provocará a ese sector ante el cierre de actividades no esenciales y la exigencia de no despedir a trabajadores, el Consejo Mexicano de Negocios se apresuró a buscar respaldos de instancias internacionales y logró que el BID Invest, una extensión del Banco Interamericano de Desarrollo les facilitara hasta 12 mil millones de dólares (290 mil millones de pesos aproximadamente) en financiamiento para 30 mil micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) a fin de que puedan hacer frente a la crisis económica derivada de la Pandemia, pero al titular del Ejecutivo Federal le disgustó que no lo tomaran en cuenta, aunque de acuerdo al presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Carlos Salazar Lomelín, ellos le llevaron una propuesta para tres meses que básicamente se centró en proteger el empleo, los salarios y que no haya despidos al menos durante el mes de Abril. Pero ahora AMLO, que no picha ni cacha ni deja pichar –como se dice en el argot beisbolero que tanto le apasiona-, dice que no le gustó “el modito” de cómo se pusieron de acuerdo el BID Invest y el Consejo Mexicano de Negocios para lanzar un programa de créditos por hasta 12 mil millones de dólares para 30 mil micro, pequeñas y medianas empresas que ya fue avalado por la Secretaría de Hacienda.

QUIZA POR ello, en la trillada mañanera quiso dejar en claro que en este País solo sus chicharrones truenan, esto tras percatarse que el sector privado, al no encontrar eco en su mandato, está dispuesto a irse por la libre como ya lo hizo. AMLO replicó, sin embargo que: “ya no es como antes, antes el poder económico y el poder político eran lo mismo, se alimentaban, se nutrían mutuamente; ahora ya no, ahora el gobierno representa a todos, hay una separación entre poder económico y poder político (pero se olvida que tanto el Banco Interamericano de Desarrollo-Invest y el Consejo Mexicano de Negocios (CMN) son entres privados, aun cuando para estos menesteres requieran de la anuencia gubernamental): “Entonces, insiste, ¿cómo es que se hace un acuerdo y que ahora Hacienda lo avale? ¿Y qué?, ¿nosotros estamos aquí de floreros, de adorno?” e, insiste: “Entonces, ver todo esto es protegernos como Nación, además no dar ninguna oportunidad a la corrupción, porque todo esto lleva a acompañar, esa política neoliberal siempre se hace acompañar de la corrupción. Entonces, tenemos que estar muy pendientes. Yo nada más veo. Imagínense que el presidente se entera de que ya hubo un arreglo y que nada más van a pedirle que Hacienda avale, si es que así lo imaginaron; o cuando dijeron que el gobierno se adhiera a nuestro plan económico. ¿Cómo? Es mucha la prepotencia. ‘A ver, te voy a dictar lo que tienes que hacer’. No. Y es muy interesante. No es pleito, no es confrontación, o sí, es confrontación de ideas, por el bien de todos, porque a nadie de los que estamos aquí, de los que están viendo, les va a gustar que apliquemos un Fobaproa II, a ver si la gente quiere que el gobierno se endeude para rescatar a un grupo”.

PERO ACEPTA, por otra parte que: “Claro que tienen argumentos, desde luego; nosotros también, que hay que mantener la planta productiva, nosotros queremos mantener la planta productiva, pero no así. Eso ya se probó y resultó un desastre para el País, no vamos a regresar a lo mismo, por eso hubo un cambio (¿?). Imagínense, nosotros, que nos enfrentamos al Fobaproa, me acuerdo que estaba yo de dirigente de un partido que ya no puedo mencionar y me entrevisté con el presidente Zedillo y le dije… Antes que nada ya lo estaban diseñando el modelo, ya lo estaban iniciando, ya lo estaban poniendo en práctica, pero todo mucho calladito, no se sabía y yo quería conocer la verdad y además de manera directa, y en una de esas le digo: Oiga, está mal el que se vaya a rescatar a los de arriba. Pero yo todavía esperando que no fuese cierto, entonces me contesta ‘¿Y qué quiere?, ¿que se caiga toda la estructura económica y financiera de México? Lo tengo que hacer’. Ahí, dije, ahora sí ya sé de qué se trata”.

PERO MÁS allá de lo que relata el Presidente a conveniencia, los que realmente le molesta es que los empresarios, ante el desastre al que quiere llevar al País, ya decidieron que asumirán sus propias medidas de financiamiento, pues de no hacerlo tendrán que cerrar, despedir trabajadores e ingresar en una crisis fiscal que AMLO no se las perdonaría, y menos cuando el dinero ya no alcanza para que lo siga regalando en sus dizque programas sociales a costa de los que pagamos impuestos, o de vender más petróleo aunque desestabilice los mercados internacionales. Se trata de asegurar los votos necesarios para el 2021 y 2024 para tatar de perpetuar a MoReNa en el poder, aunque México se hunda, que al fin y al cabo entre más pobres halla más oportunidad tiene de adoctrinar y fanatizar incautos.

COMO FUERA, y ante la inacción del Gobierno Federal, el Banco Interamericano de Desarrollo Invest y el Consejo Mexicano de Negocios (CMN) firmaron un acuerdo para facilitar hasta 12 mil millones de dólares (290 mil millones de pesos aproximadamente) en financiamiento para 30 mil micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) con la finalidad de que puedan hacer frente a la crisis económica derivada del Covid-19. El organismo que forma parte del Banco Interamericano de Desarrollo, y la cúpula empresarial informaron que el programa cuenta con el respaldo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y estará enfocado en aquellas empresas que forman parte de las cadenas de valor de las grandes compañías. “El acuerdo está basado en el financiamiento a través de factoraje inverso, instrumento que permite a las mipymes obtener una alternativa de financiamiento sencilla y a tasas muy atractivas”.

ADEMÁS, EL BID Invest buscará la colaboración y apoyo de la banca comercial local, inversionistas internacionales y de la banca de desarrollo, para movilizar recursos adicionales para ampliar las líneas de factoraje inverso. Y es que la movilización de recursos, a través de préstamos y garantías resulta fundamental para conseguir más financiamiento disponible para las mipymes, generando un mayor impacto en el desarrollo económico y social del País. En México existen aproximadamente 4,1 millones de mipymes que aportan 42 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y generan 78 por ciento del empleo en México, sin embargo, solamente 23 por ciento obtiene financiamiento de la banca comercial y este menor acceso al crédito representa una de las principales limitantes para su expansión y supervivencia. Así las cosas. OPINA [email protected]