La Biblioteca Franciscana de Cholula y las Marcas de Fuego

Cholula
La Biblioteca Franciscana de Cholula y las Marcas de Fuego FOTO: XALAPA ANTIGUO
- en Opinión

Jorge Díaz Bartolomé / Las crónicas citan la solicitud al Papa Adriano VI para el envío de misioneros a America para iniciar la labor evangelizadora y de esta manera legitimar la Colonia. Para tal efecto, el influyente fraile franciscano Jean Glapion fue escogido para aquella labor y éste a su vez reclutó a los frailes Juan de Tecto, Juan de Aora y Pedro de Gante. Glapion murió antes de partir hacia el nuevo continente, embarcando en España los tres restantes frailes el 31 de mayo de 1523 y desembarcando en Veracruz el 13 de agosto de ese mismo año. Un año después, el 13 de mayo de 1524 arribaron los doce franciscanos que tenían la misión de fundar la “Custodia del Santo Evangelio”, que se convertiría en Provincia doce años después. 

Fray Juan de Palos, Fray Francisco de Jiménez, Fray Garcia de Cisneros, Fray Toribio de Motolinia, Fray Francisco de Soto, Fray Martin de Valencia, Fray Martin de Jesús, Fray Antonio de Ciudad Rodrigo, Fray Juan de Ribas, Fray Juan de Juárez, Fray Luis de Fuensalida, Fray Andrés de Córdoba llegaron al recién establecido virreinato con el objetivo de convertir al cristianismo a la población indígena, pero además, aprender el vocabulario de la lengua indígena e introducir un simbolismo religioso que perdura hasta nuestros días. A su paso por el territorio que ahora es México, dejaron una huella muy marcada, que hoy en día, cinco siglos después, podemos reconocer en los monumentales conventos y en el arte que se aprecia en sus interiores. La orden participó activamente en el rescate de la antigua lengua, un ejemplo de ello es la obra enciclopédica de doce volúmenes llamada “Códice Florentino”, realizada por fray Bernardino de Sahagún y un grupo de intelectuales indígenas en el siglo XVI, egresados de la primera escuela de altos estudios en la Nueva España, llamada Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco. Además, se fue creando un importantísimo acervo bibliográfico que fue resguardado en los conventos hasta el siglo XIX, cuando las Leyes de Reforma entraron en función y gran parte de los bienes eclesiásticos fueron destruidos, fraccionados, vendidos, saqueados.

Parte de esos bienes son los libros, resguardados en la biblioteca franciscana que se localiza en el interior el antiguo portal de peregrinos del complejo conventual de San Gabriel, en Cholula. Dicha institución es dirigida por fray Francisco Morales, en un esfuerzo conjunto entre la Provincia del Santo Evangelio de México y la Universidad de las Américas Puebla, ambos se han dado la tarea de resguardar, catalogar, restaurar e investigar el acervo bibliográfico de 24,000 ejemplares, que forma parte del pensamiento novohispano de los siglos XVI, XVII y XVIII. Fray Francisco señala en su obra “Cómo se formaron las bibliotecas franciscanas, una mirada a través de la Biblioteca Franciscana de Cholula”, que en 1530 fray Antonio de Ciudad Rodrigo trajo de España cinco toneladas de libros y sucesivamente, en los siglos XVII y XVIII, los cuales fueron repartidos en los conventos de la provincia.  

La Biblioteca Franciscana ha rescatado paulatinamente estos tesoros para su resguardo, por ejemplo uno proveniente del desaparecido convento de San Francisco el Grande, el primero construido en la Nueva España. Estos libros raros tienen la particularidad de contar con las llamadas “marcas de fuego”, que eran señales carbonizadas en el canto de un libro, colocadas con un hierro al rojo vivo con la forma de letras, sello o escudo y que servían para identificar la procedencia del libro en cuestión -algo parecido a los que se utilizan para marcar las reses. Siglos después podemos saber quien fue el poseedor de determinado libro. Las joyas bibliográficas de la Biblioteca Franciscana se encuentran en un proceso de digitalización, que servirá para que mucha gente tenga acceso, aunque de manera virtual, al conocimiento novohispano.

Todos los derechos reservados. Este material no puede ser publicado, reescrito o distribuido sin autorización.

Comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *