Javier Duarte debe permanecer en la cárcel por muchos, muchos años, pues el daño que hizo a los veracruzanos tal vez sólo sea superado por el que comete Eleazar Guerrero, su “homónimo” en el gobierno de Cuitláhuac García. De acuerdo con una investigación de Animal Político, el exgobernador de Veracruz utilizó a “Empleados de mantenimiento o limpieza, secretarias, recepcionistas, mensajeros, veladores, choferes de mudanzas, estilistas, y hasta un albañil analfabeta. Todos empleados de un despacho de contadores y personas de bajos recursos que fueron convertidos, en el papel, en flamantes empresarios con la complicidad de notarios públicos”.
Todos estos sujetos ignoraban que el gobierno de Veracruz les estaba adjudicando millones de pesos del erario público. Reporta Animal Político que al menos 17 de estas personas implicadas de manera involuntaria han declarado en contra de Javier Duarte y de sus secuaces, los cuales los utilizaron para realizar el robo del siglo en el estado de Veracruz.
Por cierto, algo semejante está haciendo Eleazar Guerrero y sus secuaces, sólo que ellos no están usando empresas fantasmas, sino que reviven empresas olvidadas, inscritas en el padrón de proveedores, a las que están adjudicando millones de pesos en contratos de manera directa. Esas empresas se quedan con un porcentaje mínimo, pues sólo prestan el nombre, pero el gran personaje se lo lleva Eleazar y su pandilla.
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