El presidente Andrés Manuel López Obrador pidió a Ricardo Ahued que se ocupara de la administración de Aduanas ante la evidente corrupción que ahí imperaba. Las adunas de México estaban en manos del crimen organizado, quienes tenían colocados a sus hombres en puestos clave, de modo que las puertas a las importaciones y exportaciones ilícitas estaban constantemente abiertas. Para poner orden en esta área del gobierno se necesitaba a un hombre no sólo leal y confiable, sino un hombre honesto, intachable. Ese hombre es Ricardo Ahued, con más de 15 años en el servicio público.
Un hombre que desde que fue alcalde demostró que tenía muy claro lo que significaba el servicio público. Como diputado local y federal dio muestra de congruencia y rectitud. Como senador de Morena ya estaba demostrando, no sólo su capacidad legislativa, sino también su honorabilidad. Por eso lo llamó el presidente para que se hiciera cargo de un área tan delicada, donde se requería a una persona íntegra. Circula en algunos medios que Ricardo Ahued ha renunciado a la administración de Aduanas, de donde es titular. Se advierte que mañana viernes se hará oficial esta renuncia.
Si esta renuncia se da Ricardo Ahued regresará al Senado de la República, pues él es senador con licencia. Ricardo desde ahí puede hacer mucho por México y por Veracruz. Si esta renuncia se da, el gobierno del presidente López Obrador habrá perdido a un hombre que ha demostrado congruencia, lealtad e integridad. Algo sí nos queda claro, las presiones para que renuncie un hombre incorruptible como Ahued en Aduanas pueden surgir del interior del gobierno y del exterior.
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