El periplo español para mitigar el Coronavirus (I)

Periplo
El periplo español para mitigar el Coronavirus FOTO: IVÁN DANIEL MONTERO GARCÍA
- en Opinión

Iván Daniel Montero García / Barcelona, dicen los oriundos más antiguos, desde las olimpiadas de 1992 cada año iban llegando más y más turistas a visitarla; y más extranjeros a vivir. Desde que llegué hace escasos seis años no había un día que las principales arterias de Barcelona no estuvieran atiborradas de personas, así como sus museos, bares, campos de fútbol, universidades, playas, y lo que se venga a la mente.

Viene a cuenta porque desde el 14 de marzo cuando el Gobierno Español determinó el confinamiento de todo el territorio ibérico, las calles de Barcelona se encuentran desérticas. En las playas han sido avistados delfines, en la parte alta de la urbe jabalíes.

El confinamiento español

Aquí, a diferencia de otros países como México, el aislamiento ha sido casi total. Desde el 14 de marzo cerraron museos, cines, bares, restaurantes, teatros, y cualquier tipo de lugar de ocio. Del 30 de marzo al 12 de abril, la economía entró, en lo que el Estado llamó, una hibernación. Se cerró cualquier tipo de actividad excepto por el sector salud, farmacias, bancos y supermercados.

A pesar de estas estrictas medidas, que según encuestas unos pocos califican de extremas y la mayoría de necesarias, España no se ha salvado del castigo del Coronavirus. Hasta el momento de la redacción de este texto y de acuerdo a cifras oficiales van 19 mil muertos por esta pandemia en un país de casi 47 millones de habitantes.

La mayoría de los fallecidos se han producido en las dos grandes capitales españolas, Madrid y Barcelona. La letalidad se ha ensañado con los mayores de 65 años, así como con los que viven en residencias para adultos mayores debido a las carencias de protocolos, la negligencia y la escases de material sanitario. Hay que señalar que Europa es un continente envejecido donde 1 de cada 4 personas tiene más de 65 años.

Como cada día a las 8 en punto de la noche las personas salen a aplaudir el esfuerzo que realizan los enfermos, doctores y especialistas por detener esta pandemia y a un mes y días de confinamiento parece que la curva, esa de la que hablan todos los expertos y no expertos, dicen, se comienza a aplanar, de 900 muertos diarios que había hace unas semanas ha pasado a 500. Y aunque crece el número de infectados, dicen, otra vez los expertos, que es debido a la realización de más pruebas de detección.

Aquí, como también lo hacen en México, cada día funcionarios del aparato estatal salen a dar conferencias de prensa para dar a conocer los últimos detalles de esta crisis sanitaria y económica. De la misma forma y de manera telemática los periodistas hacen sus cuestionamientos sobre tal o cual decisión.

El confinamiento en España es de los más estrictos a nivel mundial. Por ejemplo, salir a la calle a comprar a un supermercado que no sea el más próximo acarrea multas, anuncian en todos los medios de comunicación, desde 600 hasta 30 mil euros. Pero no toda la gente hace caso, incluso el ex presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, se le vio saltándose el confinamiento y saliendo a correr cerca de su residencia en Madrid algo que está prohibido y conduciría a una multa.

La crisis sanitaria

En España, como en México, existe una crítica de la oposición de que las cosas se pudieron o se pueden hacer mejor, tanto en el aspecto sanitario como en el económico. Verbigracia, se comparan con Alemania que tiene mayor población (83 millones) pero una mucho menor cantidad de muertes.

En el país teutón “solo” han tenido poco más de 3 mil defunciones por Coronavirus y existen varias hipótesis de esto. La primera es que en Alemania si alguien muere y no se le ha hecho prueba de Coronavirus, no se hace post mortem, por lo que pudieran existir más casos. Otra es que el contacto físico, como abrazos y besos, culturalmente es menor que en países latinos como Italia, España, México, y en general en los de América.

Otra hipótesis cultural es que los más jóvenes, que los expertos señalan como portadores silenciosos del virus ya que en la mayoría de casos no presentan síntomas graves, viven en casas separadas de sus padres o abuelos y los visitan poco. Situación contraria en España o Italia (otro país golpeado por esta pandemia) –y en México– donde en un departamento o casa conviven hasta tres generaciones, abuelo, padres e hijos, propagando el contagio del virus y afectando a los mayores.

Igualmente se debe considerar que el promedio de camas de terapia intensiva o unidades de cuidados intensivos (UCIs) en Alemania es de 29 por cada 100 mil habitantes, en España de 10 y en México es aun menor de acuerdo a los datos aportados por las autoridades estos últimos días. Se ha llegado a decir en crónicas periodísticas que en Madrid no hay suficientes UCIs y ventiladores artificiales por lo que deben elegir a quien tiene mayor oportunidad de sobrevivir.

Igualmente, el desabasto de material sanitario como mascarillas y el contagio de los trabajadores de salud no es problema único en México como lo dicen, incluso las autoridades españolas han aceptado que muchos servidores públicos de la sanidad han muerto debido al contagio por la falta de protección.

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