Lo señalamos en una nota anterior, la Guía Bioética de Asignación de Recursos de Medicina Crítica que publicara el Consejo de Salubridad General, ese que gobierna ya todas las acciones en el país en medio de la pandemia por coronavirus, señala que, en caso de emergencia, se debe optar por una vida por completarse, que una vida completada. Esto quiere decir que cuando se tenga que decidir a quien darle el respirador que le va a salvar la vida entre un joven y un anciano, pues se optará por el joven. También señalamos que los principios anotados en esta guía bioética nos causaban cierto escozor, ya que nos estamos dando cuenta que muchos jóvenes no están tomando en serio el tema de la cuarentena y no se están quedando en casa.
Estos jóvenes, por su descuido, podrían infectarse e infectar a un familiar de la tercera edad. Pero cuando la situación se ponga crítica y se tenga que decidir a quién asignarle un respirador, la guía bioética se inclina más por el joven, ese que por su descuido causó la emergencia. ¡Está como para pensar!
Ojalá estos principios se puedan dar a conocer masivamente a los jóvenes, para que hagan consciencia de que ellos, por su descuido o por su cuidado, pueden tener en sus manos la vida de un adulto mayor. La misma guía señala cuales son las características no deberán de ser tomadas en cuenta durante la asignación de recursos escasos de medicina crítica: afiliación política, religión, ser cabeza de familia, valor social percibido, nacionalidad o estatus migratorio, género, raza, preferencia sexual, discapacidad.
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