Ya lo dijo la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero el mensaje no parece aterrizar en todo el país, pues, en días pasados la OMS había pedido a todos los países dar prioridad a sus ciudadanos menos afortunados. En la comunidad rural de Francisco de León, municipio de Ocosingo Chiapas, Samuel “N”, un indígena de la etnia zoque de 54 años de edad, se suicidó colgándose de un árbol al enterarse que dio positivo en la prueba de Covid-19.
Fue el pasado 12 de abril cuando la Secretaría de Salud le informó a Samuel que había dado positivo en su prueba de Covid-19. Sin embargo, algo en Samuel “N” no podía creer que su prueba había dado positiva. Al día siguiente, a las once de la mañana, el hombre de 54 años traicionado por el sentimiento de culpa y la desesperación de no tener apoyo, siendo indígena de la etnia zoque, se colgó de un árbol pensando que la mejor manera de ayudar a su familia en ese momento era quitarse la vida, pero su sacrificio, para su mala fortuna, fue en vano ya que, su esposa y sus dos hijos también dieron positivo en la prueba de Covid-19.
Pero lo que más desespera a los indígenas del municipio de Ocosingo es que pasados dos días el cuerpo de Samuel “N” seguía colgado en el árbol donde el indígena chiapaneco se quitó la vida. «Es una situación desesperante porque no se tiene hasta el momento la atención necesaria. El cadáver sigue ahí, hemos llamado a las autoridades del gobierno de Chiapas, para que levanten el cadáver porque eso no lo puede hacer cualquiera», explicó Joel Morales García, exintegrante del Consejo de Vigilancia de Francisco de León.
Y es que, en estas zonas donde el poblador indígena siempre ha sido marginado e inclusive abandonado por su gobierno, no se sabe que será de ellos si el Covid-19 llegará hasta esas pequeñas comunidades. Aunque lo más triste es que les pase lo mismo que a Samuel y que la desesperación les haga quitarse la vida antes que el coronavirus lo haga.
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