Cuentan los historiadores que una de las razones por las que se prohibió la importación de libros en la Nueva España fue porque los pobladores de los nuevos territorios, incluyendo a los nativos, creían que todo lo escrito en los libros era realidad. En aquella época se comprende, pero hoy día, siglo XXI, con tanta tecnología y medios de comunicación, ¿cómo es posible que tantas personas crean lo que “informan” las fake news? De acuerdo con la revista Proceso, México es el segundo país cuyos ciudadanos creen más en las fake news, sólo superado por Turquía.
Todos recibimos noticias falsas, desde esas que llegan a nuestro correo electrónico anunciando que hemos heredado millones de libras de un empresario en Botsuana. Uno pensaría que ese mensaje es tan descabellado que nadie lo creería, pero si siguen circulando después de tantos años, es porque tarde o temprano alguien lo cree. Y en los grupos de WhatsApp, ¿cuántas veces no hemos recibido fake news de parte de personas que no sólo considerábamos serios, sino además inteligentes?
Que sepan esos que comparten noticas falsas que al compartirlas sólo ponen en evidencia su escasa inteligencia. Muchos usuarios creen que las fake news que se comparten en redes sociales deben tener algo de verdad, sólo por el hecho de ser compartidas. Lo más recomendable es verificar ese tipo de notas; aunque, la verdad, algunas fake news son tan descabelladas, que ni siquiera merecen ser verificadas, sino desechadas de inmediato.
Comentarios