En Emiliano Zapata hay un alcalde omiso, ausente, gris y temeroso. Un alcalde que no se mueve para que nadie vea que anda por ahí. Pero incluso, si anduviera por ahí, nadie se daría cuenta por su grisura. En Carrizal, por ejemplo, el balneario de las aguas termales, tuvo que tomar la decisión de cerrar sus instalaciones por un mes ya que las autoridades de Emiliano Zapata no se preocuparon por pedirlo.
En ese mismo municipio se llevó a cabo un mitin de partidarios de Morena que el alcalde no pudo cancelar, a pesar de que ya había indicaciones de que ese tipo de eventos se deberían evitar. Ahora, ya le cayó un muerto en el Fraccionamientos Las Haciendas II que, aunque parezca que es Xalapa, es Emiliano Zapata.
¿Y acaso ha dado la cara el alcalde Jorge Mier para decir que se tomarán las medidas sanitarias para evitar que el contagio se propague? ¿Acaso ha salido Jorge Mier para dar el pésame a los familiares de su vecino? ¿Acaso ha salido Jorge Mier a informar cuáles son las medidas que el municipio de Emiliano Zapata, que abarca decenas de comunidades, tomará para resguardar la integridad de los ciudadanos? No, Jorge Mier se ha convertido en un empleado de Cuitláhuac García, y está a lo que diga el estulto gobernante.
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