Filiberto Vargas Rodríguez /
Prefacio.
Las conductores de taxi e incluso los concesionarios de ese servicio, están pasando momentos difíciles. Las ciudades están vacías, hay muy poca demanda para su servicio. *** Al menos en la última década, el transporte público ha sido de los servicios más castigados. Los precios del combustible y de las refacciones mostraron una alza continua, mientras que los gobiernos en turno se negaron a aprobar un aumento en sus tarifas. *** Desde el año pasado los transportistas le han insistido al gobierno estatal que revise las tarifas y la respuesta fue siempre la misma: “lo estamos estudiando”. *** Este miércoles el gobernador Cuitláhuac García ya les dio una respuesta: En virtud de que se han registrado reducciones a los precios de la gasolina y el diésel, queda descartado un aumento en las tarifas del transporte público de pasajeros. *** Pero con el fin de evitar que ese sector se colapse y que brote una inconformidad que después se salga de control, el gobernador Cuitláhuac García admitió que se ha reducido la demanda por la contingencia sanitaria y prometió que mantendrá el diálogo con los transportistas “con el objetivo de analizar el tema”. *** Un abono de esperanza, pues.
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A la par de la emergencia sanitaria, México –como todo el mundo- debe reaccionar para mitigar el impacto financiero que habrá de provocar la pandemia del coronavirus Covid-19.
Este miércoles la agencia HR Ratings recortó la calificación soberana de México en un escalón, para dejarla en “HR BBB+/perspectiva negativa”. Esta es la segunda empresa calificadora que recorta la nota soberana de nuestro país. Standard & Poor’s lo hizo la semana pasada.
La calificación crediticia que le aplica HR Ratings a México la ubica aún a tres niveles arriba del grado de inversión, aunque advierte a los inversionistas que se ha deteriorado la calidad crediticia del país.
La perspectiva negativa resulta del incremento en el riesgo derivado de fenómenos evidentes, como el impacto inmediato del Covid-19, la caída del precio del petróleo y el deterioro de las condiciones fiscales de los países que venían con un alto endeudamiento.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador admitió durante su conferencia de prensa que se avecinan condiciones difíciles, aunque insistió en mostrarse optimista y prometer que el país “saldrá adelante”:
“… acerca de cuánto nos va a afectar la crisis mundial por el coronavirus y también por la caída en los precios del petróleo (porque se juntaron, los males nunca vienen solos, siempre se hacen acompañar de otros males), vamos a esperar. Estamos haciendo las valoraciones, los técnicos de Hacienda están haciendo el análisis. Pero vamos a resultar menos afectados que otros, eso sí lo puedo decir, porque tenemos una política de distribución del ingreso que no se tiene en otras partes, o sea, que lo poco o mucho que se tenga se va a distribuir mejor, con justicia”.
Sin embargo, especialistas del sector privado recortaron su expectativa para México y prevén ahora una contracción de 3.99% en el Producto Interno Bruto (PIB), resultado de la debilidad del mercado externo, la incertidumbre por las políticas domésticas y la percepción de que en los próximos seis meses no será un buen momento para invertir.
La encuesta mensual que levanta el Banco de México, aplicada entre el 24 y 27 de marzo, muestra que los principales obstáculos para la actividad económica son la debilidad del mercado externo y la economía mundial, con el 30% de las respuestas; seguido por la incertidumbre sobre la situación económica interna que captó el 14% de las menciones y los problemas de incertidumbre política interna, que recibió el 11% de las referencias.
Además, los especialistas distinguieron un segundo bloque de factores que serán un dique para el crecimiento, donde destacan la inestabilidad financiera internacional, con 9% de las respuestas y los problemas de inseguridad pública con 7% de las menciones.
Los especialistas cerraron el primer trimestre del año ajustando a la alza su expectativa de inflación para dejarla ahora en 3.75%, arriba del pronóstico previo de 3.52 por ciento. Es la previsión más alta proyectada por ellos, desde marzo de 2019, cuando la veían en 3.65 por ciento.
También ajustaron a la alza su pronóstico sobre el tipo de cambio, que anticipan cerrará el año en 22.27 pesos por dólar, la cotización esperada más alta en 24 meses y está lejos del 19.57 que previeron en febrero. Y proyectaron que el dólar estadounidense cotizará en 21.96 pesos al concluir el 2021.
¿Qué impacto tienen estos escenarios en el bolsillo de los mexicanos?
Habrá menos empleo, se reducirá el dinero circulante y, por consecuencia, muchas empresas habrán de inhibir su actividad y otras, de plano, habrán de cerrar.
Es momento de echar mano de las reservas, de dar un fuerte impulso a la inversión pública y de respaldar al sector privado.
¿Alguien se lo puede explicar al Presidente?
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Epílogo.
El director de Epidemiología de la Secretaría de Salud, José Luis Alomía Zegarra, informó que hasta este miércoles suman 37 personas fallecidas por Covid-19. Hasta el momento en el país hay mil 378 casos confirmados y tres mil 827 sospechosos. Se han descartado más de siete mil casos, que dieron resultado negativo a la prueba. *** La Ciudad de México y el Estado de México son las entidades que más carga de enfermedad registran. Del total de casos confirmados, 18 por ciento requirieron servicios de hospitalización. De ellos, sin embargo, sólo el uno por ciento están intubados y el seis por ciento son graves. *** Sigue el discurso de los “avances” en las investigaciones por el asesinato de la periodista Maria Elena Ferral. ¿Hechos, acciones, datos duros? Nada. *** Tampoco se sabe nada sobre los responsables del ataque a la directora editorial del periódico La Opinión de Poza Rica, Mireya Ulloa Valencia, apuñalada en la entrada de su casa el pasado 12 de marzo. ¿Acaso como no murió tiene menos importancia?
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