“¡Que baje Cuitláhuac, que baje, que baje, que baje!”, gritaron estudiantes al gobernador, pero Cuitláhuac nunca bajó; tal vez si le tocan La Bamba baje

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Más de cinco mil estudiantes de la Universidad Veracruzana (UV) marcharon en la capital del estado como parte de la protesta nacional con la exigencia #NiUnaBataMenos. Lo anterior, por el reciente homicidio de tres estudiantes de Medicina en el Estado de Puebla, entre ellos el xalapeño Francisco Javier Tirado FOTO: JUAN DAVID CASTILLA
- en Carrusel, Opinión

Armando Ortiz / Ante el llamado de los alumnos de medicina de Puebla, los de Veracruz se solidarizaron. La exigencia es muy clara, #NiUnaBataMenos, es decir, no más estudiantes de medicina asesinados en este país. La marcha es un reclamo que inicia por los tres jóvenes que fueron asesinados en Puebla, entre ellos un estudiante xalapeño y dos colombianos, sin olvidar por supuesto al chofer de Uber que corrió con la misma suerte que los jóvenes. Ellos, que estudian para salvar vidas, están siendo asesinados. El reclamo llegó hasta el Palacio de Gobierno de Veracruz, donde centenas de estudiantes vestidos con sus batas exigían un alto a la inseguridad, un alto al asesinato de estudiantes de medicina. En el reclamo exigieron la presencia del egresado de la Universidad Veracruzana, el gobernador Cuitláhuac García. “¡Que baje Cuitláhuac, que baje, que baje, que baje!”, fue el grito que exigía la empatía de un universitario. Pero Cuitláhuac no bajó. Y no bajó porque sabe que al no tener conectado el cerebro con el lenguaje, tuvo miedo de decir una de sus tantas frases estultas (“huy qué miedo”). Pero tampoco bajó Cuitláhuac García porque no hay empatía por parte de él a los reclamos de los estudiantes. Cuitláhuac García está para bailar La Bamba con su edecán, la fiscal espuria; está para inaugurar reencarpetamientos, está para decir que la culpa es de los otros, no de él; está para encubrir el nepotismo de su gobierno. Cuitláhuac García no está para escuchar a sus gobernados.

Érika Ayala se enteró de las exigencias de sus agremiados y se lleva el Consejo al puerto de Veracruz para “hacer de chivo los tamales”

En su momento, en Libertad bajo Palabra reportamos que la líder del Suitcobaev, la diputada Érika Ayala, pedía a la administración en turno, dinero en efectivo para las celebraciones del Día de Reyes, Día de las Madres, Día del Padre, Día del Trabajo, Día del Niño, Día del Maestro. Para cada una de esas celebraciones la señora diputada ha recibido millones de pesos. Por ejemplo, tan sólo el día 8 de mayo de 2016 el sindicato del Cobaev solicitó al C.P. Luis Alberto Cruz Rodríguez, entonces director administrativo del Cobaev, «la cantidad de un millón setecientos cincuenta y ocho mil pesos sesenta pesos» para la celebración del Día de la Madre. ¿Se ocupó ese dinero para el Día de la Madre? ¡No! Tampoco el dinero solicitado para el Día de Reyes, Día del Padre, Día del Trabajo, Día del Niño, Día del Maestro. Todo ese dinero, de manera discrecional, la lideresa del sindicato lo ha usado pata su beneficio. Pues se enteró Érika Ayala, líder del sindicato del Cobaev de las exigencias de los trabajadores de esta institución. Los trabajadores sindicalizados del Cobaev exigen a Érika Ayala cuentas claras, exigen democracia dentro del sindicato, exigen la revisión del Contrato Colectivo de trabajo. Ante ello, ¿usted cree que Érika Ayala daría la cara a sus agremiados? ¡No! Todo lo contrario. Nos informan que la lideresa del Suitcobaev se lleva el Consejo del sindicato al Hotel Diligencias en el puerto de Veracruz para celebrarlo el día viernes, así a escondidas. Por supuesto, con esto la diputada viola la normatividad porque tendría que convocar con tres días de anticipación a este Consejo, además de que tiene que hacer pública la convocatoria y tiene que publicar los puntos a tratar. Pero la señora, como sabe que le andan buscando los pies, huye, y por sus pistolas, pasándose la normatividad por el arco del triunfo se lleva a sus incondicionales para llevar a cabo el Consejo y “hacer de chivo los tamales”. Por supuesto los trabajadores sindicalizados del Cobaev están hartos del manejo que Érika Ayala ha hecho del sindicato, por lo que la lideresa tiene miedo que los trabajadores molestos le boicoteen su Consejo sindical.

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