Se desploma la aprobación de AMLO

Obrador
Andrés Manuel López Obrador FOTO: WEB
Culpa a conservadores del rechazo social
Pero The Economist lo llama teatrero

Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / UN AÑO y tres meses después de asumir la Presidencia, Andrés Manuel López Obrador ha perdido casi 20 puntos en la aprobación de los mexicanos, pues de 78 por ciento que registraba al asumir la primera magistratura, ahora solo tiene 59 por ciento de aceptación, según registra una encuesta del periódico Reforma –empresa editorial a la que AMLO detesta-, aunque el Tracking Poll de Febrero de Consulta Mitofsky registra que la desaprobación entre ciudadanos de 50 años o más pasó de 49.7 por ciento en Enero a 50.4 por ciento en Febrero, mientras que la aprobación fue de 50.1 a 49.4 por ciento en el mismo periodo. Es más, en solo un mes (de Enero a Febrero) las mujeres bajaron su aprobación 3 puntos y los jóvenes, que son muchos, 6 puntos. Estos dos grupos le redujeron la aceptación cuando se percataron que López Obrador no se sumaba al movimiento un Día Sin Nosotras que lucha contra los feminicidios y la impunidad que se cierne en torno a estos, mientras que los jóvenes –sobre todo universitarios- enfrentan –hombres y mujeres- secuestros, acoso, asesinatos y un sinfín de ilícitos, en tanto el Jefe de las Instituciones Federales sigue instando a la Guardia Nacional a respetar los derechos humanos de los delincuentes, porque también, son humanos, postura que al interior de ese sector es vista como débil, sobre todo tras los horrendos feminicidios de mujeres adultas y niñas, o el asesinato de estudiantes de medicina en Puebla, y como esos casos se han replicado muchos que han obligado a la sociedad a levantar la voz para exigir al Presidente que deje las ocurrencias y de una vez por todas asuma su responsabilidad como garante de la seguridad de los gobernados a partir de los instrumentos del orden a su cargo.

PERO LÓPEZ Obrador no lo entiende de esa manera, muy a pesar de que en Macuspana, su municipio natal, le refutaron las mentiras relacionadas con la entrega de becas y programas sociales que no aterrizan, lo que le hizo montar en cólera y advertir que “la mentira es del demonio, es reaccionaria y conservadora”, como si tratara con retrasados mentales o fanáticos religiosos, y ahora señala que la caída de su popularidad se debe a los embates de conservadores, y en otro de sus chantajes que aunque expresan inmadurez, constituyen una estrategia para conmover a sus seguidores, aduce que el día que el pueblo no lo quiera va a llorar y se va a ir a Palenque. Pero este martes el diario británico The Economist lo puso en su lugar al criticar su forma de gobernar, aduciendo que México necesita estrategias de estado pero AMLO le ofrece teatro o espectáculo. En pocas palabras, en el editorial del influyente medio de comunicación se lee que López Obrador es un “maestro” del espectáculo, y en ese tenor refiere que existen “pocas razones para creer en el crecimiento económico” del País. “Es probable que su remedio sea un teatro político más en el que es un maestro”, se lee en el semanario sobre las fallidas estrategias políticas que se han implementado.

AUNADO A ello, el editorial de esta semana titulado “México necesita estrategias de estado, pero su presidente ofrece un espectáculo”, comienza señalando la fuerte polémica que azota al País en las últimas semanas relacionada con la violencia de género, misma que el presidente atribuyó a los “gobiernos neoliberales” y minimizó la lucha de las mujeres al asegurar que dentro del movimiento había infiltrados enviados por los conservadores. El lema: “poca política y mucha administración”, del ex presidente Porfirio Díaz, quien con fama de dictador permaneció en el poder desde 1877 hasta 1911, fue utilizado por el medio para afirmar que el gobierno de AMLO parece utilizar esa misma idea, pero al revés, debido a la forma en la que ha decidido abordar las tres principales problemáticas que enfrenta el País ahora mismo: violencia de género, lentitud en el crecimiento económico y corrupción. Sin embargo, las críticas más fuertes se centran en considerar que a pesar de que el actual gobierno se ha concentrado en entregar becas a casi 80 mil jóvenes “hay pocas señales de que esto les ayude a conseguir trabajo”. Además, en lugar de utilizar a la Guardia Nacional para controlar la expansión del narcotráfico, el presidente “la está utilizando para evitar que migrantes crucen la frontera sur, por petición de Donald Trump”. Se refiere, también, al alza de los asesinatos que transformó al 2019 en el año más violento de la historia de México, con un incremento del 34.5 por ciento, como una consecuencia de la instrucción que López Obrador “parece haber dado a la fuerzas de seguridad para disminuir el uso de la fuerza letal”. Como consecuencia de esto, y ejemplificando el incesante control de las organizaciones delictivas en el territorio nacional, la revista recordó la liberación de Ovidio Guzmán, hijo del ahora preso Joaquín “El Chapo” Guzmán, ordenada por las autoridades luego de un tiroteo en Culiacán, Sinaloa.

PERO NO solo eso, The Economist destaca la deficiencia de las estrategias del Presidente, mismas que ocasionaron que el País tuviera el peor desempeño desde 2009. Entre las acciones que orillaron a esto están: 1.-La cancelación a media obra del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), en el que se habían invertido 13 mil millones de dólares. 2.-El pago total de la construcción del Tren Maya, es decir, 7,400 millones de dólares, después de que los inversores no mostraron interés y, 3.-El estancamiento de la inversión privada en energía “por motivos nacionalistas”. De acuerdo con la revista, a pesar de que el mandatario fomenta la idea de que los ingresos de los pobres aumentarán durante su mandato “existen pocas razones para creer que la inversión o el crecimiento revivirán”, pero, aun así, invitó a cenar a líderes empresariales para pedirles que compraran boletos de lotería para la rifa del avión presidencial. Los millones que recaudó con esa propuesta funcionaron para distraer la atención del tema de los feminicidios, “pero no hará nada por la confianza empresarial”. Muchas de las acciones del presidente, señala el medio, han tenido un pobre desempeño político; sin embargo, han funcionado para mantener su índice de aprobación en más del 50 por ciento, lo que permite que “muchos mexicanos en pobreza lo vean como honesto y de su lado”, sobre todo porque el gobierno de su antecesor, Enrique Peña Nieto, tiene mucho material para lo que The Economist llamó “un espectáculo político” cuyo talón de Aquiles está en el crimen y la inseguridad.

EN FIN, el semanario británico deja en claro que el desplome en la popularidad de AMLO no se encuentra en las acciones de los conservadores que critican sus acciones de gobierno, sino en su propio actuar que ha sido un circo, burlándose de la buena voluntad de los mexicanos a los que entrega becas y programas sociales para que le aplaudan y refrenden en las urnas el voto a favor de MoReNa, aunque ya quedó en claro que esto no ocurrirá si sigue mintiendo a quienes compra el cariño y afecto. Por lo demás, dirá que The Economist está molesto porque no le da dinero. Así de simple. OPINA [email protected]

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