Link, una madre de 28 años, sumergió en la bañera de su departamento a su hija de dos años para que se ahogara. La menor se había orinado en su ropa y la madre estaba cansada de que ella no le avisara. Link se encontraba en su domicilio en Brooklyn, Nueva York con sus dos hijos, una niña de dos años y uno de cuatro, pero de pronto la niña de dos años mojó su ropa. Cuando Link se dio cuenta, la llevó a la bañera, la madre llenó de agua hirviendo la bañera. Link sumergió a su hijita hasta que ésta dejó de moverse.
Cuando la madre de la niña se dio cuenta que su hija ya no se movía, llamó al 911 para pedir ayuda. Los socorristas llegaron de inmediato pensando que había sido un accidente, mas cuando llegaron, se dieron cuenta que no había sido un accidente, los socorristas dieron aviso a las autoridades para que detuvieran a Link por asesinar a su hija.
Cuando los socorristas llegaron al domicilio de Link, la niña de dos años ya había fallecido. La mujer, estando en el juicio frente a la juez, manifestó sentir culpa. «Murió bajo mi vigilancia y siempre voy a vivir con mi error», señaló. La juez Deborah Dowling le dijo a Link que lo que ella hizo fue más que un error, le dijo que no le creía en el arrepentimiento que demostraba. Link será culpada de asesinato y estará mucho tiempo en la cárcel.
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