Fidel Herrera fue un maestro del populismo. Pero de alguna manera se entendía, él estaba forjado por una clase política que explotaba el sentimentalismo popular para agenciarse simpatías. Fidel Herrera se desnudaba las “patas” para meterse en los charcos a regalar despensas; asistía a todos los funerales, aun cuando él era el causante de esas muertes; iba a las fiestas de quinceaños, para después hacer a la quinceañera su amante. Ese era Fidel, de una estirpe que creíamos extinta.
Pero no, surge ahora una nueva clase de populista pueril; nada que ver con el zorro Fidel. Cuitláhuac García es un populista pretende verse gracioso, hace chistes de los que sólo él se ríe. Hace unos días, en una visita que hiciera al Instituto Veracruzano de Educación para los Adultos, el gobernador aceptó el material del alfabetizador.
Se tomó una foto con quienes le entregaron ese material y anotó en su Facebook: “Este domingo me dieron el material para ser alfabetizador; aunque he dado clases de control automático realimentado, cálculo multivariable y ecuaciones diferenciales, enseñar a leer y escribir requiere humanismo y aprender mucho de los pedagogos. En el tiempo libre de algún domingo, apoyaré al IVEA en esta noble tarea que realizamos desde el Gobierno”. Por favor, apenas puede con la encomienda que le dieron, de hecho, no puede con la encomienda que le dieron los veracruzanos y ya anda buscando otro quehacer.
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