Es cierto que se requiere que las mujeres se manifiesten para que la sociedad y el gobierno se den cuenta de los abusos, la violencia y otras vejaciones que las mujeres sufren por parte de algunos miembros del género masculino. Sin embargo, es también necesario que las mujeres volteen a ver la violencia que las mismas mujeres llevan a cabo en contra de su género, particularmente a menores indefensos. Por ejemplo, la tarde del miércoles autoridades de la Ciudad de México detuvieron a Dulce “C”, una mujer que llevaba a su hija a la Terminal del Norte para prostituirla.
De acuerdo con el reporte de Carlos Jiménez, la mujer, ya en esa terminal ubicada en la Avenida de los 10 metros, entregó a la menor a un taxista. El informe señala que la madre entró también al taxi y fue ella la que sujetó a la niña mientras el sujeto abusaba de ella.
Al final el hombre le entregó unos billetes de cien pesos. La policía capitalina le dio seguimiento a este caso y la mujer ya fue detenida. Como señalamos al principio, este tipo de agresiones de parte de una mujer a otra mujer, de parte de una madre a su propia hija, también se deben de mencionar para hacer consciencia en una sociedad muy dañada.
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