Un gobierno misógino y machista

Renuncias
Andrés Manuel López Obrador FOTO: WEB
- en Opinión

Francisco Vargas / La semana pasada México vivió la peor crisis de feminicidios en su historia, los asesinatos de Ingrid Escamilla y el de la pequeña Fátima Cecilia fueron dos de los muchos casos de mujeres asesinadas en lo que va del mes de Febrero, los cuales exhibieron mundialmente la indiferencia del Gobierno de López Obrador ante la grave ola de violencia e inseguridad que se vive en todo el país. Por si fuera poco, las acciones de las autoridades en respuesta a estos delicados casos fueron tan obsoletas a tal grado de publicar improvisadamente un decálogo mal hecho para (según el Presidente) erradicar la violencia contra las mujeres, así mismo tan sólo unas “mañaneras” después, despotricó contra las protestas de grupos feministas acusándolas de “conservadoras de derecha” y culpando al “neoliberalismo” de ser el responsable de homicidios como los de la pequeña Fátima de apenas 7 años.

El cinismo y descaro de López Obrador al hacer este tipo de declaraciones tan fuera de lugar y que evidencian su desprecio a todo aquello que está en contra de su régimen fallido, lo han orillado a presionar tanto a funcionarias de su gabinete como a Irma Eréndira Sandoval a declararse en contra del paro nacional del 9 marzo e incluso acusar de “falsas feministas” a las integrantes de este gran movimiento con tal de alinearse a la autoritaria línea de su jefe, así como también a su propia esposa Beatriz Gutiérrez, la cual se había manifestado a favor de este paro, pero sólo unas horas después se retractó publicando en sus redes sociales una imagen que exponía todo lo contrario, lo que inmediatamente hizo pensar a la opinión pública que dicha decisión había sido tomada por presión de su marido (el Presidente de la República), lo que causó que le llovieran infinidad de críticas.

No es tan difícil darse cuenta que en cualquier otro país del mundo una Secretaria de Estado después de haber hecho ese tipo de comentarios hubiese sido despedida inmediatamente, ya que la gravedad de esta falta de respeto recae en la indiferencia y al mismo tiempo (por ser servidor público a nivel federal) en un fomento de odio y desprecio hacia las mujeres por parte de la autoridad (que vergonzosamente en este caso también es mujer).

¿Qué está pasando en México que cada día se normaliza más la misoginia y el machismo?, y no conformes con eso, vulneran a las mexicanas a tal grado que ven con indiferencia como asesinan cruelmente a cientos de mujeres en nuestro país.

Ojalá estos atroces delitos no queden impunes y sirvan para generar conciencia tanto en nuestros gobernantes como en la sociedad en general, debemos darnos cuenta que no podemos esperar a que algún ser querido sea la próxima víctima para salir a reclamar y exigir justicia, sobre todo en estos momento que nuestra nación atraviesa la peor ola de violencia acompañada de un gobierno complaciente cuyo líder solicita respeto a los delincuentes y criminales. ¡No les demos el gusto!

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