Así como Nerón tocaba la lira mientras se incendiaba Roma, Cuitláhuac García baila La bamba mientras se incendia el sur de Veracruz

Cuitláhuac
Cuitláhuac García baila La bamba mientras se incendia el sur de Veracruz FOTO: WEB
- en Carrusel, Opinión

Armando Ortiz / Algo no anda bien en la mente del gobernador. Su enfermiza manera de evadir la realidad ya tiene graves consecuencias. Un día se reúne en la mesa de Seguridad y anuncia operativos y planes para combatir la delincuencia, al día siguiente le incendian restaurantes y otros negocios, le secuestran empresarios y le asesinan regidores panistas. Lo menos que podría hacer el gobernador es guardar cierto duelo, mantener las formas del decoro y ponerse a ver qué es lo que no han hecho bien, qué anda mal, que miembro de su gabinete nada más la está cagando. Pero no, el evasor de la realidad prefiere cerrar los ojos y crearse una realidad alterna que lo conforte y que no lo haga ver tan estulto. Por ello, mientras la Cuenca del Papaloapan arde, el gobernador se va a bailar folclor con su fiscal espuria; porque eso sí hay que reconocerle al gobernador, le encanta el baile y quizá por ello a cada rato su secretario de Gobierno, su primo Eleazar Guerrero y sobre todo su favorito, el secretario de Educación, “Zenya”, a cada rato se lo llevan al baile. Arde la Cuenca del Papaloapan, el crimen organizado sigue actuando a su antojo; los habitantes de esa zona viven entre el terror y el espanto. Todos están amenazados y ni la presencia de la Guardia Nacional les brinda tranquilidad. Pero el gobernador no está para eso, así como Nerón tocaba la lira mientras se incendiaba Roma, Cuitláhuac García baila La bamba mientras se incendia el sur de Veracruz.

Denuncian al alcalde de Banderilla, Juan Manuel Rivera, de operar moches con su síndica; «Palacio Municipal de Banderilla es una jaula de corruptos»

Mediante una carta que circula en algunos medios, ciudadanos de Banderilla, Veracruz acusan al alcalde Juan Manuel Rivera González de operar moches junto con su síndica, Nieves Vérula Zayas. Señalan los banderillenses: «Queremos denunciar la serie de atropellos que sufrimos todos los días por un presidente municipal insensible, soberbio, grosero. »Resulta que el señor Juan Manuel Rivera González no puede o no quiere o se hace omiso a responder un señalamiento muy claro por el cobro de “moches” que ordenó hacer a su síndica única a todas las personas que acudimos, o acuden en general a querer tramitar cambios de uso de suelo. El asunto ya no es nada más un rumor y una molestia en Banderilla. »Para muchos banderillenses, el señor Juan Manuel Rivera debería seguir atendiendo sus funerarias y debería dejar de hacerle tanto daño a Banderilla como lo ha hecho, destruyendo todo lo bueno que recibió hace dos años. Juan Manuel Rivera González no solamente nos defraudó a los que votamos por él, también defrauda a diario a muchas personas con sus omisiones y con esa red de corrupción que ya salió de Palacio Municipal, por cierto a punto de caerse, y que nos avergüenza a todos los banderillenses al convertir nuestra casa en una jaula de corruptos».

Aquellos tiempos en que Lozoya decía que le iba a romper la madre a quienes lo acusaban; «tengo tiempo y recursos para romperles la madre»

¡Ay, qué tiempos, señor don Simón! Entonces Enrique Peña Nieto todavía era presidente de México, 2017, el año en que la bancada del PRD acusaba a Emilio Lozoya Austin de haber desviado sobornos de la empresa brasileña Odebrecht a la campaña de Enrique Peña Nieto. Lozoya dijo, en un homenaje que le rindieran a Javier Coello, su abogado que dijo que nunca iban a localizar a su cliente: «Es lamentable lo que ha sucedido en los últimos meses, cómo la gente puede tirar piedras impunemente, no. Lo digo con mucha humildad: tengo recursos y tiempo para romperles la madre». ¡Qué perro tan bravo! Y no es que Emilio Lozoya, quien ya había salido de Pemex por señalamientos de corrupción, se sintiera inocente, antes bien se sentía impune, pues mientras Enrique Peña Nieto fuera presidente de México, nadie se atrevería a tocarlo. Cabe mencionar que Emilio Lozoya fue, en el 2012, encargado de la vinculación internacional en la campaña de Peña Nieto. En ese entonces la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) cuyo titular fue Santiago Nieto, quien tuvo que renunciar por andar acusando a Lozoya, lo andaba investigando. Lozoya ya preparaba dos denuncias formales contra Santiago Nieto, quien ahora, en el gobierno de López Obrador ya es titular de la Unidad de Inteligencia Financiera y anda muy activo recabando información para hundir a Lozoya Austin. Ya lo dice Dionisio Pinzón en El gallo de oro: «Como la rueda de la fortuna es la vida, a veces estamos abajo, a veces estamos arriba».

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