Para entender al amor, un texto de Octavio Paz: “El amor y la muerte”

Para entender al amor, un texto de Octavio Paz: “El amor y la muerte” FOTO: WEB

El amor no vence a la muerte: es una apuesta contra el tiempo y sus accidentes. Por el amor vislumbramos, en esta vida, a la otra vida. No a la vida eterna sino, como he tratado de decirlo en algunos poemas, a la vivacidad pura. En un pasaje celebre, al hablar de la experiencia religiosa, Freud se refiere al sentimiento oceánico, ese sentirse envuelto y mecido por la totalidad de la existencia.

Es la dimensión pánica de los antiguos, el furor sagrado, el entusiasmo: recuperación de la totalidad y descubrimiento del yo como totalidad dentro del Gran Todo (…) El amor no es la eternidad; tampoco es el tiempo de los calendarios y los relojes, el tiempo sucesivo. El tiempo del amor no es grande ni chico: es la percepción instantánea de todos los tiempos en uno solo, de todas las vidas en un instante.

No nos libra de la muerte, pero nos hace verla a la cara. Ese instante es el reverso y el complemento del sentimiento oceánico. No es el regreso a las aguas de origen sino la conquista de un estado que nos reconcilia con el exilio del paraíso. Somos el teatro del abrazo de los opuestos y de su disolución, resueltos en una sola nota que no es de afirmación ni de negación sino de aceptación. ¿Que ve la pareja, en el espacio de un parpadeo? La identidad de la aparición y la desaparición, la verdad del cuerpo y del no-cuerpo, la visión de la presencia que se disuelve en un esplendor: vivacidad pura, latido del tiempo. (Octavio Paz en La llama doble)

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