El SNTE, entre la apatía de los maestros y sus sueños guajiros de conservar el poder

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El SNTE, entre la apatía de los maestros y sus sueños guajiros de conservar el poder FOTO: ESPECIAL
- en Opinión

Luis Ortiz Ramírez / Es cierto que no puedo ocultar mi simpatía por la maestra Elba Esther Gordillo, desde que entre al magisterio he seguido puntualmente su carrera política. He sido testigo de cómo ha logrado superar todos los obstáculos a los que se ha enfrentado. He visto que le han achacado de todo, y sin embargo, la maestra no se inmuta ni se detiene en sus propósitos.  Como maestro, estoy afiliado al SNTE y por lo tanto,  cada 15 días se me descuenta el 1% de mi salario, en realidad no se bien para que se utiliza mi cuota, pero se perfectamente que junto a la de más de un millón 700,  afiliados entre jubilados y activos, el actual comité, junta un poco más de 6 millones de pesos diarios. Por tal motivo, creo que al igual que miles de compañeros maestros de los diferentes niveles, debemos de exigir cuentas claras sobre el uso que se le está dando al dinero que nos descuentan.

Tengo muy claro, cual es el trabajo que debe hacer un representante sindical, el líder sindical, debe defender los derechos laborales de los trabajadores que este representa, y defenderlo de las injusticias de sus superiores. Conozco casos, de simples secretarios delegacionales que bailan al son que les marque el director o el supervisor escolar. Ponen en primer lugar sus intereses, le dan prioridad a los trámites de sus amigos y familiares, y dejan para después los casos de los maestros, que los pusieron en el cargo. En el caso particular de Alfonso Cepeda Salas, no lo acepto como líder y representante sindical, razones me sobran, pero ahí está documentado cuando este personaje puso distancia de por medio, y dejo en la orfandad a miles de maestros que se oponían a una infame reforma educativa que atentaba contra lo más sagrado, a saber, la permanencia laboral.

Como miles de maestros, fui denostado por el mismo sindicato que se suponía debía defenderme. Por eso no acepto que cobardes me representen. Mi dignidad no me lo permite.  Este líder no tiene garras, no defiende, por su cobardía sacrificó conquistas y derechos laborales que la maestra Gordillo había conseguido. Se empino ante la embestida del gobierno federal, y se dejó seducir a cambio de privilegios particulares y beneficios políticos. Por eso y más, resulta ingenuo e infantil, creer que su dichoso reglamento de renovación de directivas seccionales será la punta de lanza para que la democracia entre por primera vez al sindicato más numeroso del país.

Esta semana, tuve la  oportunidad de asistir a una reunión donde convocaba la sección 32 del SNTE, en Veracruz, supuestamente para explicar el papel que jugó el SNTE contra la mal llamada reforma educativa, pude ver aun  Benigno Pérez Terrazas, llenándose la boca de mentiras, cuando lo increpe y le llame mentiroso, solo me dio las gracias y siguió en su perorata. Tengo entendido que en Misantla, la voz cantante la llevó, Gaudencio Hernández Burgos, el mismo que cuando estuvo en el congreso federal,  votara junto con Paty Peña,  a favor de la reforma educativa. Por eso, muchos maestros jubilados  al verlo, mejor prefirieron retirarse del evento. La realidad es que los líderes del SNTE, en los diversos estados, están apenas despertando de la resaca y jauja que les dejo el poder.

Si los maestros aprovechan esta oportunidad, y salen a votar, cuando lo marque la autoridad correspondiente, tenga por seguro que muchos cacicazgos caerán. Ahí están por ejemplo, el cacicazgo de Silvia Luna en Aguascalientes, en Jalisco Jesús García, actual encargado de las finanzas del Comité Ejecutivo Nacional, Bernardo Quesada Salas –cuyo único logro es ser compadre y prestanombres de Juan Díaz de la Torre, este personaje, ha sentado sus reales en la Ciudad de México y Baja California, en Campeche, Mario Tun, quien por cierto, recibe recursos del gobierno del estado, en Coahuila, el dirigente de la Sección 5 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, José Luis Ponce Grimaldo, quien es acusado por el delito de peculado, en Sonora ostenta el cacicazgo Fermín Trujillo, y  en Veracruz la sección 32 ha sido secuestrada por la familia Callejas durante más de 27 años. Todos estos liderazgos pueden caer, y esto pude ser posible, solo  si los maestros se deciden, y dejan que su voto  marque la diferencia.

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