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Cuitláhuac García encontró su verdadera vocación, pintor de brocha gorda; pero dicen los expertos que ni para eso sirve. ¡Hizo un cochinero!

El gobernador de Veracruz, para demostrar que es pueblo, se fue al norte de Veracruz a pintar paredes. Estuvo en la comunidad de El Tajín en Papantla donde se puso de playera, se colocó una gorra, tomó la brocha, un balde de pintura y se puso a pintar paredes. Le tomaron unas fotos que en su cuenta de Facebook presumió: «Este domingo venimos a hacer tequio (faena voluntaria), a la comunidad de El Tajín en Papantla. ‪Además, seguimos acercando el Gobierno a la gente con brigadas itinerantes que brindan servicios totalmente gratuitos».

Por supuesto, sus “quedabién” compartieron las fotos alabando a su “señor”, diciendo que él sí es pueblo; como si pintar paredes no lo hubiera hecho ya Fidel Herrera, Javier Duarte o el mismo Yunes Linares. Pero otros, la gran mayoría que no está muy contenta, le dijo hasta de lo que se iba a morir, por populista. Otros, expertos en la brocha gorda, señalaron que ni para pintor sirve el gobernador, pues en una foto donde está pintando el filo de una columna, se ve todo el regadero de pintura que deja el gobernador.

Uno de los usuarios anotó: «Sólo viendo como agarra la brocha se ve que es un inútil para esos menesteres igual que sus barberos que seguro ni cuenta se han dado de eso y de lo cagado que está dejando el piso». Es decir, para gobernador ya vimos que no sirve y para pintor de brocha gorda tampoco; ¿qué vamos a hacer con él?

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