El Fideicomiso Global del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (Figlosnte) está siendo impulsado por la Sección 32 del SNTE, en Veracruz. Sus primeros orígenes se remontan en el norte del país. Una de las secciones pioneras fue la 27 de Sinaloa, en ésta se establecieron los mecanismos. Se creó un consejo de administración y vigilancia que delimitaba bien la parte política con la parte de seguridad social y se cuidaba la injerencia en las determinaciones del manejo de los recursos que aportaban los socios formadores de ese fideicomiso. Algunos maestros ingenuamente ahorraban su dinero, en algo muy parecido a una caja de ahorros.
Durante algún tiempo, la dirigencia nacional dejó que trabajarán con su autonomía, pero en la administración de Juan Díaz intervino el Comité Ejecutivo Nacional, y ahí comenzaron los problemas. Inmediatamente se comenzó a desviar los recursos en contubernio con los seccionales en varios estados. Hoy, la Sección 32 del SNTE en Veracruz lo anda promoviendo, pero no se pueden quitar los antecedentes de malos manejos.
Como ejemplo, ahí está el caso de los fondos de las cooperativas qué inicialmente eran destinados para apoyar labores educativas y para apoyar programas a favor de la niñez y eran desviados al sindicato por los incondicionales del Equipo Político que ocupaban carteras en la SEV. También, la Sección 32, en contubernio con la SEV, desviaba recursos económicos del programa Ver Bien para Aprender Mejor a un ente llamado Equipo y Liderazgo Mexicano, que no era otra cosa que el maltrecho Equipo Político de la familia Callejas. Así que ya están advertidos. Allá aquellos incautos que se dejen seducir por estos lobos voraces.
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