Filiberto Vargas Rodríguez /
Prefacio.
El alcalde de Xalapa, Hipólito Rodríguez, se ha visto presionado por la opinión pública, a raíz de lo que consideran un “pobre desempeño” de la administración municipal. *** Le critican que haya realizado muy poca obra pública, que haya desatendido las principales demandas de la población y que, incluso, se haya visto en la obligación de devolver dinero a las arcas federales, por no haberlo aplicado en acciones que requiere la ciudad. *** Ha sido tan cuestionada su actuación, que ya son varios los que han levantado la mano para sucederlo en el 2021, a partir de la lógica de que ellos (los aspirantes) podrán hacer un mejor papel que quien hoy gobierna Xalapa. *** La semana pasada Hipólito Rodríguez acudió a la toma de protesta de la Mesa Directiva para Veracruz de la Cámara Nacional de Jóvenes Políticos Mexicanos (Canajopmx) y se encontró con la sorpresa de que también habían sido invitados el Presidente de la fundación “Rescatemos Xalapa”, Cuauhtémoc Velázquez, y el coordinador de los diputados del PAN en el Congreso local, Omar Miranda, quizá dos de los personajes más críticos con el desempeño del actual alcalde. *** Como parte del protocolo, a los invitados los ubicaron en una misma zona, pero Hipólito Rodríguez pidió que lo cambiaran de asiento, al grado de que aceptó colocarse en la esquina más lejana. *** No sólo eso: no esperó a que concluyera el evento y se marchó sin despedirse. *** Hay un dicho popular que reza: “Lo cortés no quita lo valiente”.
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La disolución del matrimonio Duarte-Macías era algo conocido por la mayoría de quienes se mantienen cerca del exgobernador de Veracruz. No se había mencionado, pues no consideraban que ese hecho tuviera un peso específico en el proceso legal que hoy enfrenta Javier Duarte de Ochoa.
Quienes usualmente visitan o mantienen algún tipo de contacto con el exgobernador saben, incluso, que ya hay alguien más en su vida sentimental, pero de eso no hablan, porque no les corresponde opinar sobre ello, y porque lo que menos quieren es alimentar el morbo de quienes ven en este affaire político-legal, un chisme de lavadero.
Este fin de semana el periódico Reforma dio a conocer que desde el 21 de octubre de 2019 se disolvió el vínculo matrimonial que mantuvieron por 20 años Javier Duarte y Karime Macías.
El artículo da detalles de dicho proceso de carácter civil.
El 21 de octubre de 2019 la Juez 39 de lo Familiar en la Ciudad de México, Reyna Concepción Mince Serrano, declaró disuelto el vínculo matrimonial que suscribieron desde hace 20 años, bajo el régimen de bienes separados, Javier Duarte de Ochoa y Karime Macías Tubilla, luego de que ambas partes se manifestaron de acuerdo en la separación. El matrimonio se había concretado el 29 de abril del año 2000 en Coatzacoalcos.
Como parte de los acuerdos del divorcio, Javier Duarte deberá cubrir una pensión alimenticia de 180 mil pesos mensuales, para lo cual presentó las escrituras de un inmueble, que garantizan 2 millones 160 mil pesos, los primeros 12 meses de la pensión.
Karime Macías conservará la custodia de sus tres hijos, mientras que Javier Duarte podrá ejercer el derecho de convivencia, una vez que se libere de las limitaciones judiciales, y ajustándose a los calendarios escolares que se manejan en el Reino Unido, donde radican su exesposa y sus hijos.
En el acuerdo de divorcio quedó establecido también que los beneficios de la pensión alimenticia estarán vigentes por un término de 19 años y cesarán de forma anticipada en caso de que Karime Macías contraiga un nuevo matrimonio, se una en concubinato o viva con una nueva pareja.
La primera semana del presente año, el Primer Tribunal Colegiado en materia Penal le concedió a Javier Duarte el amparo a partir del cual puede apelar su sentencia de 9 años de prisión.
Para obtener esa sentencia de 9 años -y no los más de 25 años que se le pudieron haber impuesto por lavado de dinero y delincuencia organizada- Duarte de Ochoa se declaró culpable, con lo que evitó ir a juicio.
A cambio de que se declarara culpable, la entonces Procuraduría General de la República (PGR) le cambió el delito de delincuencia organizada (considerado grave) por el de asociación delictuosa, lo que le permitió tener una condena reducida.
Sin embargo, en julio del 2019 el exgobernador promovió un recurso para que dicha sentencia fuera suspendida y se le permitiera apelar, alegando que había aceptado aquel acuerdo, debido a actos de extorsión por parte de funcionarios de la PGR.
También alega que, si bien aceptó su responsabilidad para no ir al juicio, lo hizo a partir de datos bancarios que la PGR recabó sin el respaldo de una orden de un juez, lo que los volvía ilegales. Desde el punto de vista de los abogados que llevan la defensa del exgobernador, dicha situación es suficiente para que el caso sea reabierto y eventualmente anulado.
Al menos dos de los personajes indiciados por el mismo caso han logrado que jueces desestimen los procesos por la ilegalidad en las pruebas bancarias.
La revisión se dará este año y de ello depende el tiempo que se mantenga en prisión Javier Duarte de Ochoa.
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Epílogo.
Ya nadie se traga el “teatro”. Los empleados de la Universidad Veracruzana (UV) adheridos al Setsuv, amagaron con irse a la huelga si no les incrementaban más del 20% a sus salarios. Al final, cerca de la media noche, minutos antes de que se venciera el plazo, llegaron a un acuerdo con las autoridades de la UV y aceptaron la propuesta de 3.4%. ¿Usted encuentra alguna congruencia entre lo que reclaman y lo que terminan aceptando? Y así es en cada revisión salarial. *** Elementos de Fuerza Civil capturaron tres sujetos que participaron en el asalto a la tienda departamental Coppel de Xico, perpetrado el pasado sábado. Los sujetos detenidos trataron de huir en un Chevrolet Chevy, color azul, y al ser copados por la policía iniciaron un tiroteo que dejó como saldo a dos personas heridas. *** Una vez detenidos, los elementos de la Fuerza Civil recuperaron 24 teléfonos celulares que habían sido sustraídos de la negociación asaltada. También les aseguraron una pistola escuadra calibre 9 milímetros, un revólver calibre 32 milímetros y 2 mil 100 pesos en efectivo. Bien.
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