Se quedan Vero, Eric, Hugo y Samuel

Burletas
Cuitláhuac García Jiménez FOTO: WEB
Fiscal sería ratificada por el Congreso
Violencia representara al “Mal Humor”

Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / POR SI quedaba alguna duda en torno al destino de la debatida encargada de la Fiscalía General del Estado, Verónica Hernández Giadáns, el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez le ha dado un “espaldarazo” este lunes (tal como lo adelantamos en la entrega anterior), demostrando que quien manda en Palacio es, ni más ni menos que el Secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos a quien se debe la imposición de la tuxtleca. Doña Vero se queda en el puesto, pues ha mostrado lealtad a sus propulsores, y en una de esas formará parte de la terna que más temprano que tarde será sometida a “criterio” de los legisladores locales para nombrar al titular de la dependencia –según confirman fuentes de todo crédito-, pero para entonces, como siempre sucede, tendrán clarísimo los diputados por quien deben inclinar la balanza. Es evidente que Hernández Giadáns no cometió delito alguno, y que acaso su principal conflicto es no poseer ni experiencia ni preparación para ejercer el cargo, pero el hecho de tener a una prima hermana delincuente no es asunto suyo, aunque no estaría de más, para terminar de limpiar su nombre, que abriera una carpeta de investigación a fin de determinar si su parienta no tiene cuentas pendientes en el Estado. Hacerlo sería una buena carta de presentación, y acaso le garantizaría su permanencia, ya que estaría demostrando que no le temblará la mano para ejercer justicia en Veracruz, llevando ante tribunales a quienes incurran en hechos delictivos, “trátese de quien se trate”, y que mejor que comenzar con la familia. Vero aceptó tener un vínculo familiar con cierta presunta operadora de un grupo de la delincuencia organizada, pero ello al menos la torna más valiente que al Gobernador que no fue capaz de aceptar que el subsecretario de Administración y Finanzas, Eleazar Guerrero Pérez es su primo hermano.

Y SI bien Cuitláhuac, por aquello de no te entumas, dice que no mete las manos al fuego por Hernández Giadáns no vaya a ser la de malas, si lo hace por sus resultados, pues se regocija de que la funcionaria suplente haya pasado el examen de control y confianza que a la fecha no ha mostrado públicamente, razón por la cual está acreditada y nada le impide ejercer el cargo. Como fuera, fuentes de todo crédito nos aseguran que la abogada será ratificada como Fiscal llegado el momento, ya que al día siguiente de la comparecencia de Hernández Giadáns ante legisladores, el Presidente Andrés Manuel López Obrador se comunicó con el Gobernador para exigirle una respuesta a las críticas que para entonces alcanzaban espacios internacionales, y el mandatario Estatal defendió a la Fiscal respondiendo por ella y echando la culpa –como ya es costumbre en este régimen- a los periodistas que “cobraban” con Jorge Winckler Ortiz, según la propia versión de Giadáns que a la fecha no ha demostrado con documentos, pese a la exigencia de los medios, y que la colocan en plan de embaucadora.

AHORA QUE, al frente de la Fiscalía Estatal la abogada Hernández Giadáns no ha demostrado nada fuera de contexto, ya que la impunidad en Veracruz, según organismos nacionales, es de 99 por ciento, a tal grado que los elementos policiacos y agentes viales andan desatados a sabiendas de que nadie les hará nada, como ocurrió la noche del domingo en Vega de Alatorre, donde dos jóvenes fueron lesionados a balazos por elementos de la Guardia Civil, y no conforme con ello, junto con elementos municipales les llevaron a prisión muy a pesar de que los impactos los recibieron en la espalda, y de no ser por el pueblo que se rebeló –porque del alcalde Román Bastida ni sus luces-, los lesionados habrían muerto desangrados y acaso con alguna versión que los inculpara como miembros de la delincuencia organizada para justificar la agresión, como ha ocurrido tantas veces. La violencia está a todo lo que da en el Estado que nuevamente registra entre 6 y 8 asesinatos diariamente.

QUIZA POR esa razón, los organizadores de la edición 2020 del Carnaval de Veracruz decidieron escoger a la “violencia” como la representante del Mal Humor que, a decir verdad, lo personifica mejor el Gobernador en turno al negarse, por segundo año consecutivo a apoyar las fiestas de la carne en el Puerto, uno de los eventos más significativos que coloca al Estado en buenos escenarios internacionales en materia de diversión y turismo. Por ello, con la frase “No a la violencia” se iniciará el primer desfile que, seguramente, pese a no tener respaldo oficial, será todo un éxito para el maestrísimo Luis Antonio Pérez Fraga, el afamado “pollo” que no se da por vencido, y con todo y restricciones, este lunes ya inició la colocación de gradas. La violencia será representada por un muñeco con forma casi humana, con un cuchillo y una pistola, ya que la propuesta de quemar a personajes políticos fue desechada para no entrar en conflictos, pues se trata de una fiesta popular en la que el Gobierno del Estado debería participar, pero que por una falsa moral no lo hace, aun cuando el Gobernador García Jiménez desearía no perderse un solo baile de salsa.

CON LA Quema del Mal Humor se rechazan y condenan los feminicidios, homicidios dolosos y todo tipo de violencia, así como la guerra que enfrentan las fuerzas armadas contra la delincuencia, pues lo que se quema al inicio es lo que la gente repudia y los veracruzanos no quieren, como se hizo anteriormente con el mosco transmisor del dengue. Como fuera, Veracruz se apresta a vivir su segundo carnaval sin apoyo económico del Estado, aunque con respaldo de las instancias de seguridad porque no les queda de otra, ya que por esas fechas la zona conurbada Veracruz-Boca del Río estará atiborrada de visitantes del interior del País y de otras partes del mundo y más vale cuidarlos antes de agigantar el desprestigio en la materia.

PERO VOLVIENDO al tema inicial, la Fiscal se queda, lo mismo que el Secretario de Gobierno que es quien manda en Palacio, además del titular de seguridad pública y su cuñado, el responsable de la policía ministerial, que al fin y al cabo los cargos en estos gobiernos morenistas son para acomodar a los parientes, amigos y conyugues, como lo demuestran algunos legisladores y “servidores públicos”. García Jiménez insiste que con el exfiscal Jorge Winckler había más de 100 carpetas de investigación y órdenes de aprehensión escondidas, lo que daba lugar a que delincuentes de alto nivel se pasearan con total impunidad en la Entidad, tal y como sigue siendo, aun cuando el mandatario insiste que, “ahora peces gordos están en la cárcel”, pues se detuvo al jefe de plaza en el sur de un grupo delictivo lo que ha sucedido en el centro y norte del estado, recurre a la ambigüedad que acusa en los periodistas, ya que da referencias pero nada de nombres que refuercen el dicho y que le den credibilidad. Así de simple. OPINA [email protected]

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