La vida de un niño no tiene que ser expuesta a trabajos pesados, un menor no debería trabajar como si fuera un adulto. Salió a la luz un caso donde un niño de 10 años de edad, residente de Ocotlán, fue obligado por más de tres años por su madre a vender todo tipo de cosas en las calles de Jalisco. La madre de este niño, quien se llama Guadalupe Eréndira conocida como Ma, obligaba al menor a pedir limosna desde los siete años. El niño vendía chicles, trabajaba de cerillo, también era ayudante en empresas ladrilleras, juntaba y vendía botes de aluminio y botellas de plástico, además limpiaba vidrios y hacía malabares en diversos cruceros de Ocotlán donde también la hacía de tragafuego.
El niño señala que lo que más anhelaba en todo el día, era que llegara la noche porque sólo así podía descansar un poco: «Después de que mi madre me pegaba en la noche sin hacer nada malo podía irme a mi cama y dormir». De acuerdo con la información, la detención de Ma Guadalupe Eréndira N se logró gracias a una denuncia ciudadana que fue interpuesta ante la Procuraduría de Protección de Niñas Niños y Adolescentes. Los vecinos señalan que a pesar de que al niño lo obligaba a trabajar todo el día, en la noche le pegaba sin razón alguna.
Al cuestionar a la mujer, se descubrió que todo el dinero que él niño ganaba se lo debía entregar por completo a Ma, pues de negarse, lo amenazaba de muerte. Ma fue detenida por los delitos de maltrato infantil y lesiones dolosas. El niño quedó bajo resguardo de la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, quienes le deberán brindar atención médica, ya que su cuerpo estaba lleno de fuertes golpes.
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