La Iglesia en manos de Lutero no es una expresión nueva. Ha sido usada para referirse a momentos en que se pone en manos de sus apóstatas de quienes quisieran verla derrotada o dividida. La referencia es casi siempre peyorativa, pues se parte del supuesto de que son los críticos internos los peores enemigos de la Iglesia católica. Aunque también se refiere a aquellos que hacen de las suyas con los recursos de la Iglesia y tienen calidad moral cuestionable y, a pesar de ello, son juez y parte. Algo similar pasa en el SNTE.
En el caso del nuevo Reglamento para la Elección de Directivas Seccionales del SNTE, señala en Artículo 20, página 2, que dentro de las atribuciones que tendrá el Comité Directivo Electoral será, «supervisar el proceso electoral, resolver las inconformidades del proceso de elección». En otras palabras, los miembros afines a la camarilla de Cepeda Salas serán juez y parte y, tenga por seguro que éstos les darán todas las facilidades a los candidatos oficialistas.
Lo cierto es que las palabras que dijo esta mañana el presidente son contundentes, al señalar que una cosa es lo que escriban los dirigentes y otra muy diferente lo que digan las bases magisteriales. Así que sería bueno que los maestros de las 32 entidades federativas exijan primero conocer el Contrato Colectivo de Trabajo, para saber cuáles serán las condiciones de trabajo, sólo después vendrá la elección de dirigentes, pero eso sí, antes deberá ser la renovación del Comité Ejecutivo nacional.
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