Que alguien les diga a los miembros del Consejo de Administración del Acuario de la Ciudad de Veracruz, que hay estudios que comprueban que los peces se molestan por las vibraciones, las luces brillantes y los cambios de temperatura. Solo a unos ineptos e ignorantes se les ocurre hacer una pachanga entre las vitrinas de acrílico donde están animales exóticos que requieren mucho cuidado.
Si tuvieran un poco de sentido común, sabrían que hasta para poner un acuario casero, se requieren ciertas características especiales. Por ejemplo, no se debe de colocar la pecera cerca de una puerta que puede causar corrientes de aire, o donde la luz solar directa pueda cambiar la temperatura del agua. Y se deben de evitar las vibraciones de equipos de música y televisores que podrían asustar a los peces. Se ha comprobado que cuando se emitían ruidos fuertes, tales como el ruido parecido a lanchas de recreo, se dieron cuenta de que los peces se distraían de su alimentación. Los peces no dejan de comer, pero cometen errores de alimentación, tales como comer residuos en el depósito en lugar de alimentos.
De todos modos, no es garantía que el cuidado pase a manos del gobierno de Cuitláhuac García, ya que se ha visto que estos funcionarios, sólo vienen por el billete, ya que estos nunca han tenido ni un puesto de pepitas, y ahora es cuando quieren aprovechar. Lo más sensato es que cambien al actual patronato, y pongan a un patronato ciudadano comprometido con el amor y preservación de estas maravillosas especies.
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