Arturo Reyes Isidoro / No, no es ninguna buena señal para el cierre de año el préstamo que solicitó el Gobierno del Estado a la banca privada por 3 mil 200 millones de pesos (y se le concedió, y no por 2 mil 500, como están manejando), como declaró ayer el presidente de la Coparmex del puerto de Veracruz, Juan José Sierra Álvarez.
El empréstito lo confirmó el propio gobernador Cuitláhuac García Jiménez el sábado pasado luego de que ese día el diario Notiver reveló la operación, de acuerdo con documentos que obtuvo la reportera Noemí Valdez y de los cuales ha tenido conocimiento también “Prosa aprisa”.
El dirigente empresarial expresó que no hay claridad sobre cómo se están ejerciendo los recursos. “Por supuesto, solicitar un crédito en las condiciones en que se encuentra el Estado no es una buena señal”.
De acuerdo al contrato que hizo la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan) con tres instituciones bancarias, el dinero servirá para cumplir los compromisos de fin de año, sobre todo para el pago a los burócratas incluido su aguinaldo.
Expertos en finanzas consultados por “Prosa aprisa” dijeron que la medida de estar reestructurando la deuda pública y solicitando préstamos es como querer curar un cáncer colocando una curita, o sea, no resuelve el problema de fondo.
Los únicos que ganan son los banqueros
El nuevo préstamo es indicativo de que la actual administración solo está administrando la crisis que heredó, sin ninguna señal de que haya sentado las bases para iniciar su solución, pero además a un costo muy alto en el que los únicos que ganan son los banqueros.
Si bien el problema es estructural por lo pesado de la nómina magisterial que paga el gobierno estatal, así como la de la burocracia más los recursos que se aportan al Instituto de Pensiones del Estado, que ya no tiene para pagar jubilaciones ni pensiones, la administración cuitlahuista optó por el mismo remedio pasajero que utilizaron Fidel Herrera Beltrán, Javier Duarte de Ochoa y Miguel Ángel Yunes Linares y que criticaron en su campaña: pedir dinero prestado.
Esa carga de pagos le está generando un déficit mensual de 900 millones de pesos pero la nueva administración no encuentra cómo reducirlo, o no quiere, o no puede, o no le conviene.
Solo habría dos opciones reales: o se ajusta más el cinturón el gobierno, que en algunas oficinas ya no tiene ni para hojas, lo que implicaría además un recorte más de personal, que de todos modos lo tiene programado para inicios del otro mes, u obligar a la banca a negociar para que acepte un pago fijo mensual al capital y ya no incremente más los intereses.
Todavía en el gobierno de Duarte se debían 46 mil millones de pesos y al pago del servicio de la deuda se destinaban 4 mil 100 millones de pesos, de los cuales 2 mil 500 iban al capital y mil 600 a los intereses.
Ya se pagan más intereses que capital
Actualmente se debe lo mismo, pero de acuerdo al anteproyecto de Presupuesto de Egresos que deberá aprobar el Congreso local, para 2020 el pago del servicio de la deuda costará 7 mil 600 millones de pesos, de los cuales 3 mil millones se destinarán al pago del capital y 4 mil 600 millones al de los intereses (siempre en números redondos), o sea, ya se llegó al grado de que se paga más por los intereses que por el capital.
Esas cantidades, multiplicadas por los cinco años que le restan a la administración arroja que el gobierno cuitlahuista terminará pagando 22 mil millones de pesos en intereses y solo 15 mil al capital. Mal negocio.
Si bien el gobierno presume que la renegociación permitirá liberar recursos para destinarlos a obras y servicios, y que alcanzarán incluso a la próxima administración, no aclara que en el gobierno de Duarte el plazo fijado para pagar la deuda era de solo 15 años y que ahora se ha aumentado a 25, por lo que los intereses continuarán, cada vez más, comiéndose dinero que de otra manera serviría para atender los graves problemas del Estado.
Los créditos quirografarios son aparte
Pero esos 46 mil millones no es lo único que se debe. Este año el gobierno cuitlahuista adquirió préstamos de los llamados “quirografarios” (son los que no cuentan con una garantía que los respalde) por 19 mil millones de pesos, que tuvo que haber pagado este mismo año, que también generaron el cobro de intereses (recurrió a ellos porque los bancos ya no les quieren prestar más).
Estos últimos préstamos los obtuvo la administración para hacer frente a los compromisos del día a día, que necesita para poder funcionar. Expertos en el tema estiman que la deuda total debe rondar los 70 mil millones de pesos.
Aunque el gobierno usa el eufemismo de que los préstamos no son deuda, es totalmente falso, aunque con eso pretenden disfrazar que siguen endeudando al Estado. Quien obtenga un préstamo en un banco para pagar a corto, mediano o largo plazo, desde el momento en que recibe el dinero ya lo debe, ya debe, ya tiene una deuda.
Falso que haya economía sana
Lo que queda claro es que está justificada la preocupación del dirigente de la Coparmex, Sierra Álvarez, pues tampoco hay dinero para pagarles a los empresarios a los que se les debe, y que tampoco se apega a la verdad la cantaleta de que hay finanzas sanas pues, además, parte de las participaciones federales, que deben ser para atender necesidades de la población, la propia Secretaría de Hacienda entrega el dinero en forma directa a los bancos, es decir, en la Sefiplan ni lo huelen.
Economistas a los que consulté no tienen ninguna duda de que tarde o temprano, en este mismo sexenio, tal como van, si continúan recurriendo a esos mecanismos finalmente les hará crisis.
Hace un año, en diciembre de 2018, el nuevo gobierno estatal solicitó un préstamo por 2 mil 500 millones de pesos a Banobras así como un adelanto de participaciones federales a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. El motivo era el mismo: hacer frente a los compromisos de fin de año.
Cabe recordar que el 95% de los recursos del Estado son federales, por lo que ante el estancamiento de la economía mexicana con el nuevo gobierno de Morena, la disminución de recursos para la entidad que se pretende en el nuevo Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) más la insolvencia de la administración estatal dibujan un sombrío panorama económico para Veracruz en el nuevo año ya próximo a llegar.
La versión del Gobernador
Ante la revelación que hizo el diario Notiver, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez aceptó que se hizo el préstamo aunque el monto que maneja es de 2 mil 400 millones de pesos pero también aceptó que la línea autorizada es por 3 mil millones y que será el próximo día 20 cuando se decida el monto final.
Esta vez, no obstante que otras veces lo critica, justificó la medida diciendo que también su antecesor Miguel Ángel Yunes Linares lo hacía, aunque por un monto mayor.
Dijo que la Federación hace un envío de recursos por esta época y que están pidiendo un monto adicional, pero no mencionó alguna cifra ni dio mayores detalles.
Comentarios