Los 2 mil 400 millones “no es deuda, es un préstamo a 12 meses”, dice Cuitláhuac García; ¿y qué es un préstamo?

Asesinato
Xalapa, Ver. El gobernador Cuitláhuac García Jiménez FOTO: PATY BARRADAS/FOTOVER
- en Carrusel, Opinión

Armando Ortiz / Un préstamo no es otra cosa que un contrato donde una entidad deja una cantidad de dinero detenida a favor de un segundo que lo recibe y promete devolverlo con intereses. Es decir, la persona que recibe ese préstamo, adquiere una deuda. El gobierno del estado se vale de esta jerigonza dialéctica para negar lo evidente. Las malas finanzas del estado obligaron al gobierno a pedir un préstamo de 2 mil 400 millones de pesos para pagar sueldos y aguinaldos en diciembre a todos los trabajadores del estado. Se cae con esto el mito de la austeridad, el mito del buen manejo de los recursos y queda en claro que este gobierno ni sabe manejar recursos de manera óptima, y que la austeridad sólo se exige a los niveles más bajos del gobierno; los niveles más altos ni se bajaron el sueldo ni eliminaron sus prestaciones, ni prescindieron de servicios onerosos como guaruras, camionetas de lujo y grandes cuentas en restaurantes, todo cargado al erario público. De modo que no queda de otra que valerse de la dialéctica y mandar un boletín para tratar de engañar a los veracruzanos, diciendo que esos 2 mil 400 millones no son deuda, que es un préstamo; como si los préstamos no se tuvieran que devolver, y en este caso con intereses.

Sorprenden a embajador de México en Argentina robándose un libro; gana más de 162 mil mensuales y no le alcanza para pagar sus libros

¿Cuánto cree usted que gana un embajador de México en cualquier país? En América, el embajador que menos gana es el de Bolivia, quien sólo percibe la despreciable cantidad de 162 mil pesos mensuales. Entonces Ricardo Valero, embajador de México en Argentina, debe ganar más que el de Bolivia, y sin embargo, por lo que vemos, no le alcanza para pagar un libro, por lo que se ve obligado a robarlo. Una cámara de seguridad de una librería de Buenos Aires captó en video el momento en que Ricardo Valero, embajador de México en Argentina, se roba un libro. Ricardo Valero entra a la librería, va directo a un estante de libros, toma un ejemplar, lo esconde entre sus periódicos y sale como si nada. No contaba con que la librería tiene detectores que de inmediato hacen sonar la alarma para indicar que su Excelencia, el embajador de México, se quiso llevar un libro sin pagarlo. Los guardias lo llaman, le piden que muestre lo que lleva en la bolsa, pero todavía no descubren que el libro va entre los periódicos. El video se dio a conocer para que la acción del embajador no quede impune, pues usted sabe que los embajadores tienen inmunidad en el país donde sirven, por lo que no son imputables. El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard llamó de inmediato al embajador a nuestro país para darle sus coscorrones y de plano dejarlo sin empleo. Un ejemplo más de la honradez de la Cuarta Transformación.

Ante la omisión de Seguridad Publica, vecinos de Veracruz Puerto toman la justicia en sus manos; exhiben a dos “ratas” de su colonia

Son varias las colonias en diferentes ciudades del estado de Veracruz que ante la ineficacia de Seguridad Pública han decidido hacer justicia por propia mano. En varias esquinas de colonias populares los vecinos han colgado mantas o carteles en donde advierten a los ladrones y delincuentes lo que les puede pasar si son sorprendidos robando. Esto es lo que le pasó a dos ladrones, quienes fueron sorprendidos en el interior de una vivienda del fraccionamiento Valle Alto, en el norte de Veracruz puerto, robando objetos de valor. Al parecer los vecinos llamaron a la policía, que no se los quiso llevar. Por ello, y ante la impotencia, los vecinos amarraron a los jóvenes y los pasearon por las calles de la colonia con un cartel que decía: “Estas son ratas”. El propósito no sólo era mostrarlos a los vecinos para que se cuidaran de ellos, sino que los ladrones se enteraran de lo que les pasará en caso de que sean atrapados robando o cometiendo algún ilícito. Por supuesto, dentro de un estado donde la ley impere, son las autoridades las que deben sancionar este tipo de delitos; pero ante la omisión de las autoridades, los ciudadanos están tomando la justicia en sus manos.

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