El SNTE que maneja Alfonso Cepeda Salas se asemeja a un Tehuacán sin gas, ya no tiene fuerza. Los maestros ya no le tienen confianza, sobre todo desde que se sometieron de manera abyecta a la voluntad del gobierno fallido de Enrique peña Nieto. Su burda intentona de engañar a la Secretaría del Trabajo mandando un documento lleno de buenas voluntades y de candados para que les permita seguir conservando el poder, no les dio resultado. Se sabe que hay clara preocupación entre la camarilla de Cepeda Salas, ya que una elección abierta y libre, donde administrativos, personal de apoyo y maestros votarán por el candidato de su preferencia, los pone en desventaja debido a su postura cobarde y timorata que mostraron en el pasado.
Saben que, si los electores votan por la maestra Elba Esther Gordillo, muchos de los actuales miembros del comité podrían pasar unas largas vacaciones en el fresco-bote. Y es que los maestros de viejo cuño se han encargado de destacar las conquistas sindicales que tuvieron cuando la maestra estuvo frente al SNTE a las nuevas generaciones de maestros.
En contraste, es bien sabido que Juan Díaz de la Torre, Soralla Bañuelos y Alfonso Cepeda Salas dejaron perder el escalafón, la doble plaza, la negociación local y carrera magisterial, entre otras. De manera que no es descabellado ver en la boleta electoral magisterial a la maestra Elba Esther Gordillo y al actual secretario Alfonso Cepeda Salas. Así que como dice el campeón Julio César Chávez: «¡hay tiro, hay tiro!»
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