Ahora habrá que analizar quiénes son los que tiene la culpa de esta situación: o son los maestros, los alumnos, padres o las propias autoridades. Cabe señalar que cuando hay éxito y medallas, todos se apuntan, no obstante, en situaciones como éstas, nadie quiere asumir su responsabilidad. Y es que, para ser honestos, hay maestros que no se preparan ni actualizan, padres que no revisan tareas ni se interesan por sus hijos, alumnos que prestan más atención al comportamiento de sus hormonas que a la escuela y gobiernos que privilegian el amiguismo en puestos claves.
Como es el caso de Veracruz, donde un exestríper es quien está al frente de la Educación, si de por si el rezago y la baja calidad ya es alarmante, pues poniendo gente sin experiencia no hay porque alarmarse por los resultados de la OCDE.
