La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, se equivoca indiscutiblemente cuando señala que la Reforma Educativa se hizo en conjunto con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). Es cierto que también declara que también participaron los maestros, y que esta no se hizo a sus espaldas. Lo que esta funcionaria de alto nivel olvida es que fue precisamente el SNTE el cómplice del Gobierno Federal. Éste sirvió como capataz contra la disidencia magisterial. Si este Nuevo Acuerdo educativo salió adelante, se debió a los miles de maestros regados a lo largo del país que salieron a protestar contra la mal llamada Reforma Educativa y que hicieron presión para que ésta cayera.
Es bien sabido que mientras esto sucedía, los jorocones del SNTE, como viles traidores, estiraban la mano para recibir los millones y así promover la mal llamada Reforma Educativa. Es cierto que hicieron sus foros, pero éstos estaban tamaleados. En la gran mayoría, el magisterio los rechazó en sus participaciones.
¡Señora secretaria!, no se equivoque, el SNTE, no contribuyó en nada para sacar adelante la nueva reforma educativa. Estos señores sólo simulan, no les haga el caldo gordo, y si acaso lo duda, sería mejor que consultara al propio presidente, tal vez la ponga al tanto y le dé sugerencias para corregir las pifias que ha venido cometiendo en las últimas semanas.
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