Edel, 50 años de política

Edel
Xalapa, Ver.-El magistrado presidente del Poder Judicial, Edel Álvarez Peña FOTO: PATTY BARRADAS/FOTOVER
- en Opinión

Edgar Hernández* / A mediados de los setenta empecé a saber de Edel Humberto Álvarez Peña, luego que me asignaran la fuente política, entre la que se encontraba la CNOP, el poderoso sector popular del PRI.

El PRI en esa época lo era todo.

No había oposición real y todo el aparato se volcaba sobre el partido en el poder.

Empezaban a destacar los jóvenes del momento, Chucho Medellín, Fidel Herrera y Encarnación Alfaro, en el FJR y ya con maña se observaba el crecimiento de Murat, Dante, Heladio Ramírez y Ponce Coronado.

Eso con Echeverría, ya que un poco antes quien llevaba el timón de la juvenil era Francisco Berlín, en la era de Gustavo Díaz Ordaz.

Al relevo pues de esa camada echeverrista, hacían fila José Ramón Martell, el “Grillo” Gamez, los Yunes, Héctor y Miguel Angel, y una corriente renovadora dentro del sector popular, el MNJR, encabezada por Roberto Madrazo y Edel Álvarez Peña.

Con ellos Marcelo Montiel, Rubén García Moguel y su esposa Leticia, todos al servicio del Movimiento Nacional de la Juventud Revolucionaria. Mientras en Veracruz construían Carlos Brito, Lalo Thomae, Manuel Ramos Gurrión, Manuel Olivares, Rubén Pabello y si no mal recuerdo, a don Guillermo Zúñiga.

En esa época, los chavos del momento, hicieron un papel tan relevante que ante un madruguete que se preparaba en la Secretaría de Gobernación, provocaron el “Destape” de José López Portillo, adelantándose a la poderosa central obrera, CTM, que dirigía Fidel Velázquez.

Eso fue un 22 de septiembre de 1975, a través de “Radio Mil”, donde se dieron a conocer los pronunciamientos del dirigente de la CNOP, David Gustavo Gutiérrez y del MNJR, Roberto Madrazo en favor del entonces secretario de Hacienda, era el “destape”.

Una fecha inolvidable para quien esto escribe ya que me hizo merecedor del primer Premio Nacional de Periodismo, que el propio presidente López Portillo, me entregaría al año siguiente.

Por ello y otras razones más, mi amistad con Madrazo y Edel vienen de décadas atrás.

Lo relevante, sin embargo, es que el audaz grupo cenopista de aquel entonces, fue sacado de la política partidista y puesto al servicio del gobierno.

Roberto Madrazo fue nombrado Delegado Político en Magdalena Contreras, en el viejo DF, hoy ciudad de México, llevando como segundo de a bordo a Edel Álvarez Peña como titular de Desarrollo Social.

Ahí, conocí a Edel.

Delgado, delgadísimo; pelo rubio y muy rizado, pantalón acampanado, corbata anchísima, saco de amplias solapas y camisa floreada. Con sus botines de tacón siempre se le observaba como torrondón, para arriba y para abajo.

Era tan cercano a Madrazo, lo sigue siendo, que se harían compadres y aliados de vida.

Y de ahí pa´lante.

Su creciente experiencia profesional en el ámbito de la administración pública, lo llevó a ser ha sido miembro de la Comisión para el Desarrollo Integral de Minatitlán; Tesorero Municipal y, más tarde, Presidente Municipal de su ciudad natal Coatzacoalcos.

Mientras a nivel nacional destacaba como Coordinador Regional del Programa de Desarrollo Urbano de Banobras, en los estados de Veracruz, Tabasco, Chiapas y Oaxaca, en el INEA y fcomo Coordinador de Asesores en la Comisión Federal de Electricidad en la Ciudad de México.

Ya avecindado en Veracruz se desempeñó como Director General del Registro Público de la Propiedad y de Inspección y Archivo General de Notarías del Estado, donde actualizó y modernizó los programas institucionales y ayudó a muchos que al paso de los años nunca los volvió a ver para que le agradecieran las promociones para ser Notarios.

“Siempre supe que una parte de la política era así”, me comentó en algún momento. En realidad, eso nunca le importó.

Ya encarrerado en la política a la par de la libre empresa, se hizo propietario de una decena de diarios y negocios varios familiares en el sur de Veracruz, Tabasco, Campeche y Chiapas generando empleo para casi un millar de trabajadores.

Fue un fiel servidor del quehacer público con los últimos cinco gobernadores llevando una buena relación institucional, de respeto y distancia, de diálogo y apoyo dentro del marco de la ley.

Dirigió al PRI estatal en momentos en que su eterno aliado Roberto Madrazo, se ungía como aspirante presidencial, situación que no fue del agrado del gobernador Fidel Herrera, quien apostaba por el gobernador del Estado de México, Arturo Montiel Rojas, quien encabezó un frente denominado “Tucom”, “Todos Unidos contra Madrazo”, mismo que fue destruido dado el antecedente corrupto del mexiquense denunciado por Madrazo en el estelar de Zabludowsky.

Edel, también sobrevive a la embestida de Fidel y la derrota de Madrazo.

Se integra al Poder Judicial como Magistrado Visitador, Magistrado Adscrito a la Sala Constitucional y Presidente de la Tercera Sala del Tribunal Superior de Justicia.

En ese tránsito se suceden diferencias con el gobernador Javier Duarte, por el nebuloso asesinato de la periodista Regina Martínez y la fabricación de uno de los culpables que como juez Edel no avaló.

Al cambio del régimen, ya con Miguel Angel Yunes Linares, como gobernador, quien nunca fue su jefe, pero sí colaboraron por años a la par, dio lugar a que el pleno de magistrados lo propusiera como Magistrado Presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura, función que concluye el próximo lunes.

En el bienio de Yunes su relación institucional terminó como todas las que se acuerdan con el rijoso mandatario, mal. Edel le guardó distancia aunque le quedó una tinta indeleble a la vista del siguiente ganador.

Tras la asunción de Cuitláhuac García, se inicia una despiadada lucha por llevarlo a juicio político e incluso a prisión, pero Edel aguantó, aguantó…

Su paciencia, respeto institucional y disposición al diálogo a la vuelta de los meses, le empezó a rendir frutos a grado tal de recibir la sugerencia de que siguiera adelante con la reelección.

Álvarez Peña, conocedor de los vericuetos de la política observó, sin embargo, que el nuevo estilo de gobierno le provocaría el decantamiento de su trabajo de vida.

Las nuevas líneas políticas de la 4T y la brutal improvisación particularmente con la Fiscalía de Winckler, peor aún con la Fiscal provisional Verónica Hernández, lo obligaron a definir su futuro que se marcó por su postura jurídica en torno al tema Clementina Guerrero.

Ello detonó un sensible desacuerdo que encendió un foco rojo en el Tribunal.

Edel Álvarez se decide finalmente por la no reelección ya entrada la noche de ayer 29 de noviembre, da las gracias de manera pública al gobernador Cuitláhuac García Jiménez y se retira, no de la magistratura de la cual aún le quedan dos años antes de la obligada jubilación, sino de la sala que encabezaba, para tomar la de Magistrado-Visitador, que le permitirá salir de Xalapa, para recorrer la entidad, destensando de esta manera, cualquier interpretación política que le pudieran dar los morenos, sensibles al sarpullido.

Así, Edel Álvarez Peña se retira de cara a 50 años de prolífica vida profesional y política.

Para quienes tuvimos cierta amistad con él habremos de recordar sus enseñanzas de vida en donde prima el trabajo por encima de todo, la lealtad como carta de supervivencia y en el retiro antes de que te retiren.

Tiempo al tiempo.

 

*Premio Nacional de Periodismo

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