López Obrador siempre habló de un compló en su contra, un compló orquestado por la “Mafia del Poder”. Algunos miembros de esa mafia que se reunieron en casa de Carlos Salinas de Gortari. Ahí estuvo Carlos Ahumada, Diego Fernández de Ceballos y Rosario Robles. Ahí se pusieron de acuerdo para entrampar a René Bejarano, quien iba a ser filmado recibiendo paquetes de dinero, para los que pidió unas ligas para poder meterlo en su maletín (de ahí su apodo de “Señor de las ligas”). Para hacer público ese video escogieron el programa de Víctor Trujillo en donde interpretaba a Brozo.
Brozo se prestó para ese cuatro quizá porque lo consideraba de importancia periodística, lo que no entendía es que lo estaban usando para darle un duro golpe al entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal. Vale mencionar que “el payaso tenebroso” fue particularmente implacable contra Bejarano, quien por cierto, siempre aguantó vara. El golpe fue contundente, pero no fue eso lo que evitó que Andrés Manuel llegara a la presidencia en el 2006; fue su soberbia. Ya en la cárcel Rosario Robles, una vez intentado traer de vuelta a Carlos Ahumada para meterlo a la cárcel y ya sin su programa “El Mañanero”, nos queda claro que tres de los implicados en ese compló están pagando las consecuencias.
No es tan fácil ir en contra de Salinas de Gortari, quien prudentemente ha guardado silencio desde que empezó este gobierno. Fernández de Cevallos ha claudicado y ya hasta pide unirnos con López Obrador ante la posible embestida de Trump contra México. AMLO ganó la partida, y rencoroso se las está cobrando.
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