Sergio González Levet / Durante varios días he traído la cantaleta de los funcionarios de la administración estatal de Cuitláhuac García Jiménez, que insisten junto con su jefe en que han hecho un gobierno terriblemente eficiente y honesto, y que Veracruz está como nunca.
Cuitlalandia ha sido el sueño de opio que han querido vender a la ciudadanía que se volcó a votar como nunca por ellos el 1º de julio de 2018 y que de muchas maneras está mostrando su decepción ante los magros resultados obtenidos por el Gobierno del Cambio.
Y la verdad, personajes como el secretario de Gobierno Eric. L, Cisneros y el de Desa-rrollo Económico Enrique Nachón García-Villegas, por nombrar a los más conspicuos, han ido a la Legislatura a inflar datos, a mentir cifras y a blasonar resultados que no han obtenido, o que la ciudadanía de plano no ve por ningún lado.
Pero si esos funcionarios le han entrado con fe al bailazo de las cifras, la secretaria de Turismo y Cultura, Xóchitl-Salomé Arbesú Lago, no se midió cuando llegó a hablar bien de su dudosa chamba, y mostró sus excelencias en el galano arte del ditirambo, o más bien del auto-ditirambo.
(Para quienes se quejan de algunos términos que uso a veces, según el diccionario de la RAE, “ditirambo” viene del latín “dithyrambus ‘composición poética en honor de Dioniso’, y este del gr. διθύραμβος dithýrambos”, y significa “1. m. Alabanza exagerada, encomio excesivo.”
Nadie se imagina de dónde saca su información la secretaria bailadora, pero antes ya había sorprendido al respetable con el dato de que el turismo extranjero en Veracruz había crecido 331 por ciento este año o que la derrama económica del turismo (verdaderamente alicaído por falta de promoción y otros factores) había sido de 6 mil millones de pesos.
Lo que sí tuvo que reconocer Xóchitl-Salomé es que del presupuesto que su dependencia tiene autorizado este año (56 millones 138,296 pesos) solamente ha ejecutado 29 millones 286,946 pesos.
Y claro, dijo que eso no era subejercicio, así que trató de explicar cantinflescamente que no es que hayan dejado de aplicar el presupuesto, sino que no se trata de gastar por gastar, sino de invertir.
Y concluyó con esta perla:
“No hay subejercicio, lo que existe son remanentes para el próximo año y el destino de los recursos del fideicomiso según las reglas de operación son exclusivamente para la promoción y difusión de las actividades turísticas”.
A sus falsedades, hay que añadir que la Secretaria se mostró francamente grosera en sus contestaciones a los cuestionamientos de los diputados de Acción Nacional, y en lugar de responder debidamente se dedicó a criticarlos de manera personal. La soberbia en pleno, que ya se está convirtiendo en una marca de la casa.
Siguen pues los cuitlahuistas montados en su macho de que están haciendo las cosas bien, cuando los electores levantan la voz cada vez más estruendosa por la falta de resultados.
Pero se va a enterar Andrés Manuel, no lo duden.
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