Armando Ortiz / Algunos periodistas serios han estado informando del desagrado que el presidente López Obrador tiene para con el gobernador de Veracruz, el “honesto” Cuitláhuac García, quien tuvo el atrevimiento de mentirle al presidente en su propia cara sobre el tema del nepotismo en el que él mismo está implicado. Ya no reciben al Cuic en palacio, ni el presidente ni los senadores ni los dirigentes de su partido lo acompañaron a su informe ni los gobernadores vecinos de su propio partido. Quizá por ello desde las entrañas de Palacio de Gobierno ya están armando una porra “sensacional” para que el gobernador de Veracruz quede bien con el presidente de México en la celebración de su primer año de gobierno el próximo primero de diciembre. Se filtró una lista de los autobuses que llevarán a todos los acarreados veracruzanos que deberán llevar sus gorras y camisetas para identificarse como parte de la comitiva del gobierno de Veracruz. En la lista aparece la suma de 38 autobuses, las dependencias encargadas de esos autobuses y los nombres de cada encargado de llenar de porristas el autobús. Llama la atención que en la línea donde se lee Finanzas el encargado aparece con el nombre “Nosotros”, lo que daría entender que la lista se origina en las oficinas de Lima Franco o del mismo primo hermano del gobernador, Eleazar Guerrero. El Cuic ha de esperar que con esta porra que lleva al presidente se le van a olvidar los agravios que él ha cometido a la Cuarta Transformación. Por cierto, a los empleados de confianza no les dan opción, o vas o vas; y para colmo ni viáticos les van a dar, si acaso su plátano, su Frutsi y su torta del Chavo del 8, de jamón.
450 pesos piden a los empleados de la Unidad de Planeación de la SEV para el bus que los llevará a la celebración de AMLO; vayan o no vayan tienen que aportar
El titular de la Unidad de Planeación Evaluación y Control Educativo de la SEV (UPECE), cuyas oficinas se encuentran en la Torre Ánimas y cuyo titular es Gilberto Corro Feria, por medio de su enlace administrativo, el maestro Ernesto, está solicitando a los empleados de confianza de esa oficina 450 pesos para pagar el autobús en el que serán transportados como acarreados a la Ciudad de México para estar presente en la celebración del primer año del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Muchos de los empleados no tienen deseos de ir, sobre todo porque los están obligando y los están extorsionando con que si no van habrá consecuencias. Les quieren lavar el cerebro a los empleados diciendo que deben ser agradecidos con la Cuarta Transformación, pero la verdad es que no quieren dejar sólo a Zenyazen Escobar. Ya solicitaron listas a los subdirectores y jefes de área de todas las oficinas con los nombres de los empleados de confianza y hasta ya indagaron cuanto les dan de compensación, pues en caso de que se nieguen a ir de todos modos les van a cobrar a lo “chino”. Chula tu celebración, con acarreados, personas obligadas a ir y lo mejor de todo, ellos pagaran su propio transporte y hasta su plátano, Frutsi y torta del Chavo del Ocho, de jamón.
Cuitláhuac García, ni 90% honesto ni 10% experto; no cumple los estándares de AMLO
Dentro de unos días se cumple un año de la prueba y de acuerdo con los resultados, Cuitláhuac García no cumple los estándares de Andrés Manuel López Obrador, quien señaló que se conforma con que sus funcionarios públicos tengan 90 por ciento de honestidad y 10 por ciento de experiencia. Pero 2019 fue en Veracruz el año que vivimos en peligro. El año que pasó el estado de Veracruz se vio inmerso en una ola de feminicidios, homicidios, secuestros, extorción, masacres, plagas, nepotismo, corrupción, convenios en lo oscurito, mentoras, encubrimiento, acosos, escases de medicinas y sigue una serie de etcéteras que cumplen un ciclo de exámenes en donde ha quedado claro que el gobernador Cuitláhuac García, ni es 90 por ciento honesto ni tienen el 10 por ciento de experiencia que se requiere. Por supuesto, para gobernar un estado como Veracruz se requiere algo más que honestidad y experiencia, se requiere sensibilidad, empatía, inteligencia; se requiere tener conectado el cerebro con la lengua y el gobernador, con su tartajante discurso, da muestras claras que algo le falla allá arriba. Por supuesto, es absurdo pensar que un funcionario público deba tener ese desequilibrio entre honestidad y experiencia. Sobre todo, cuando nos hemos dado cuenta que esa honestidad que tanto presume la Cuarta Transformación es sólo una simulación.
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