El Presidente no entiende que no entiende

Nepotismo
Andrés Manuel López Obrador FOTO: WEB
- en Opinión

Francisco Vargas / Tal pareciera que la gran mayoría de los principales problemas que atraviesa actualmente el país tienen un origen en particular. Los caprichos y decisiones improvisadas del Presidente de la República están cobrando una cara factura a los mexicanos. Prueba de ello, por ejemplo, es la inmensa fuga de capitales que él mismo provoco al cancelar la construcción del Aeropuerto Internacional en Texcoco, incluso antes de ser Presidente Constitucional, por medio de una consulta sin las medidas legales de regulación, hecho que fue repudiado tanto por la COPARMEX y el CCE; (las dos organizaciones empresariales más importantes del país), que en conjunto con la Barra Mexicana de Abogados y organizaciones de la sociedad civil, lograron promover 147 amparos para frenar las obras de Santa Lucia, (Aeropuerto que el Presidente propone como opción alterna para reemplazar el NAIM), cuyos cuales fueron revocados apenas unas semanas atrás.

Así mismo, podemos constatar su falta de capacidad política tras su fallida guerra contra el “huachicoleo” a principios de este año, lo que provocó el peor desabasto de combustible del que se tenga registro en el país, pérdidas multimillonarias y el descontento de millones de mexicanos. Otra de las decisiones del Presidente, que sin duda, fueron de las que más lo dañaron mediáticamente, fue el aceptar otorgarle más de 10 mil visas humanitarias a ciudadanos centroamericanos que cruzan el país en busca del “sueño americano”, privilegiándolos por encima de los propios mexicanos.

Sin embargo, esto es sólo la punta del iceberg si se compara, con la renuncia del hoy Ex Secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, que dejó al descubierto en su carta de renuncia, (que terminó siendo más bien una carta de denuncia), una serie de declaraciones que pusieron en jaque a la opinión pública, destacando la imposición de funcionarios sin conocimiento en la materia, así como la ineptitud y autoritarismo con la que se conduce el Presidente.

La desaparición de Estancias Infantiles, del Seguro Popular, del Instituto Nacional del Emprendedor, del Fondo Minero y del Consejo de Promoción Turística, hoy pasan a segundo plano para abrir paso a programas clientelares como; “Tandas para el Bienestar”, “Sembrando Vida”, “Jóvenes Construyendo el Futuro” y “Becas Benito Juárez”, creando una destrucción del capital institucional que con esfuerzo hemos construido los mexicanos, decisiones que tienen consecuencias de impacto diferido, es decir, para los próximos años.

¿Qué es lo que realmente le preocupa al Presidente?,

¿Será que se está dando cuenta que su aprobación y popularidad caen día con día, y es por eso que quiere crear un círculo vicioso entre los sectores más necesitados de la población?.

México requiere un Presidente que se preocupe por las próximas generaciones y no un populista que piense en las próximas elecciones.

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