Veracruz en manos de la incompetencia

Ratas
Palacio de Gobierno
- en Opinión

Francisco Vargas / Quién diría que aquel próspero y alegre Veracruz se convertiría hoy en uno de los estados más inseguros del país, con el mayor número de secuestros y feminicidios en lo que va del año. Algo que si bien sabemos no es una novedad, nos percatamos que diariamente la situación empeora, dejando al descubierto la clara negligencia de las autoridades. El gobierno de Cuitláhuac García no solamente es uno de los peor evaluados a nivel nacional, si no que se destaca en comprobar su ineptitud por todos lados.

Los ejemplos sobran si comenzamos por mencionar el claro nepotismo que existe en varias secretarias, en donde familiares y amigos de altos funcionarios morenistas ostentan de importantes nombramientos y jugosos sueldos, empezando por familiares del propio Gobernador. Por otra parte, en el sector salud, el titular Ramos Alor va de error tras error, comenzando por repartir culpas y no asumir su responsabilidad en los graves casos como fue la falta de medicinas para el cáncer en varios hospitales y la incontrolable epidemia de dengue en gran parte del estado.

Pero esto no es nada si se compara con el desempeño del Secretario de Seguridad Pública Hugo Gutiérrez, que no contaba ni siquiera con los exámenes de control y confianza para el cargo, el cual considero personalmente, debió haber renunciado desde la masacre en Minatitlán, o por decoro, tras lo ocurrido en el bar “Caballo Blanco” de Coatzacoalcos, dos de los más atroces ataques armados en la historia moderna del país, sin embargo, hoy ya no tiene a un Fiscal a quien culpar, y es hora de que empiece por tomarse enserio su trabajo antes de que la imparable violencia que azota Veracruz le empiece a cobrar factura.

Pareciera que tanto Gutiérrez Maldonado como Ramos Alor no tienen a nadie que les llame la atención o los supervise, ya que tanto su jefe inmediato, el Secretario de Gobierno Eric Cisneros, se la vive ocupado escribiendo libros, y el Gobernador Cuitláhuac disfrutando del jugoso presupuesto al que tiene acceso, derrochando por ejemplo, 15 millones de pesos en las pasadas fiestas patrias del estado, o gastándose nada más y nada menos que 30 millones anuales para su seguridad personal, quedando de manifiesto que no comparte en lo absoluto la “aparente” austeridad republicana del Presidente López Obrador.

Es esta la calidad de gobierno que actualmente tenemos en Veracruz, inundado de personas que con el pretexto de que navegan con la bandera de la honestidad, llegan a ocupar importantes cargos para el cual no están preparados, dejando tras ello un lamentable deterioro institucional y comprobando que efectivamente no son iguales a sus antecesores, si no que resultaron ser peores.

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