El pasado 30 de octubre, involucraron a tres grandes organizaciones del crimen organizado mexicano: el Cártel de Sinaloa, Cártel Jalisco Nueva Generación y células de lo que alguna vez fueron Los Zetas. Según los reportes militares, uno de estos cárteles entregó a narcotraficantes colombianos un arsenal muy poderoso, en la que destaca un rifle AK47, un fusil de asalto IMI Galil, muy común en el ejército israelí, y 12 fusiles de asalto de manufactura estadounidense: M-4, M-16 capaz de disparar 700 balas por minuto, AR-15 el rifle más vendido en EEUU, M-60 ametralladora y un fusil Colt para francotiradores.
La última arma fue la que más sorprendió a las autoridades, ya que cuenta con una mira telescópica que la hace capaz de realizar disparos letales a más de mil 200 metros de distancia. Un utensilio poco común para una guerrilla, según el experto en seguridad John Marulanda. Los expedientes de inteligencia detallaron que las armas llegan a Colombia ocultas en productos de todo tipo, aunque se ha encontrado un número considerable en aparatos electrodomésticos. Camuflan hasta cañones, todo con tal de evadir los controles aduaneros.
La coca es la mejor moneda de pago para los traficantes de armas, a diferencia del efectivo, pues ellos saben que siempre es más difícil rastrear el origen de un kilo de coca que de cualquier billete. El poder de los narcos en México se compara con el poder que tienen soldados sirios o musulmanes, estos cárteles son capaces de crear una guerra siendo ellos los vencedores.
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