En el Capítulo II de la Ley de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, referente a la “Elección, Facultades y Obligaciones del Presidente de la Comisión”, en el Artículo 9, sobre los requisitos que deberá reunir el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, en el inciso IV se dice: «No desempeñar, ni haber desempeñado cargo de dirección nacional o estatal, en algún partido político en el año anterior a su designación».
Sin embargo, de acuerdo con información de la periodista Elisa Alanís, «hay documentos que se tienen que corroborar, pero me han mandado la información… en donde se indica que hay documentos, en donde aparece el nombre de Rosario Piedra Ibarra como dirigente, está en el padrón de consejera nacional de Morena, actualizado a octubre de 2019».
En su entrevista con la comisión del Senado encargada de elegir a la nueva titular de la CNDH, Rosario Piedra Ibarra mintió, pues cuando le preguntaron si pertenecía a la dirigencia de Morena, ella afirmó que era militante, más no dirigente. Sn embargo, documentos que se pueden corroborar en el Instituto Nacional Electoral, Piedra Ibarra aparece como dirigente todavía en octubre de 2019.
Esto, de existir legalidad en el país, echaría abajo el nombramiento de Rosario Piedra Ibarra. Pero aun cuando no le quiten ese nombramiento, su gestión siempre estará marcado por un aura de la ilegitimidad.
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