El canibalismo en Morena es una realidad, el peor enemigo de un morenista es otro morenista. Las tribus dentro de Morena comienzan a formarse, así como pasó en el partido del Sol azteca. El partido del presidente se ramifica como ríos que tarde o temprano tendrán que desembocar en la figura de Andrés Manuel López Obrador. La propia presidenta del partido, Yeidckol Polevnsky, fue la que ocasionó que se dividiera el partido. Hay liderazgos sueltos y muchos tienen un fuerte capital político, ahí están Tatiana Clouthier, Ricardo Monreal, Marcelo Ebrard, Dolores Padierna Luna, Martí Batres, Rocío Nahle, Ricardo Ahued y otros más.
Al menos en Veracruz se puede ver que el golpeteo y fuego amigo está a la orden del día, por un lado está Manuel Huerta, quien se encuentra a kilómetros de Cuitláhuac García, el propio Éric Cisneros es artífice de fuego amigo contra diputados morenistas. Y en el centro del país, los jaloneos por la dirigencia de Morena han desgastado al partido a nivel nacional.
Lo cierto es que el propio presidente tuvo que salir a decirles que le bajen de yemas al asunto y dejen sus ambiciones personales fuera de la contienda, de lo contrario el presidente tendrá que hacer sus maletas y emigrar a otro partido político, por ejemplo, el próximo partido Redes Sociales Progresistas (RSP) lo recibiría con las puertas abiertas. No hay de otra, el canibalismo en Morena puede cavar la propia tumba del partido de la esperanza.
Comentarios