En 1943 nace un sindicato de maestros que sería un aliado del presidencialismo, su corporativismo lo convirtió desde su nacimiento en una maquina electoral bien aceitada. La gran mayoría de los presidentes gobernaba al lado de este aliado sindical. Desde luego que nos referimos al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). Desde luego que no se puede negar que los líderes sindicales, junto los funcionarios encargados de las políticas educativas, tienen mucho que ver con el rezago y baja calidad educativa.
En estos momentos, el gobierno de la Cuarta Transformación impulsa un Nuevo Modelo Educativo. Desde su inicio se percibe que sólo está sostenido con alfileres. En el SNTE, después de sus burdos intentos de querer ser tomados en cuenta, buscan mimetizarse como un ente democrático y plural.
Sin embargo, el Gobierno Federal ya sabe cómo se las gasta la camarilla de Alfonso Cepeda Salas. La instrucción fue precisa para sustituto de Juan Díaz de la Torre, renovar los comités seccionales, comenzando con el Comité Ejecutivo Nacional. No obstante, el querer comenzar con la renovación de los comités seccionales sólo es una estrategia dilatoria para ganar tiempo.
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