En la renovación del SNTE, si no hay piso parejo para todos, sólo será una simulación barata

SNTE
Alfonso Cepeda Salas FOTO: WEB

Uno de los más grandes anhelos de miles de profesores mexicanos, es la democratización del SNTE. Un sindicato que en estos momentos cruza por el descrédito de haber dejado pasar una oportunidad de oro. Si el SNTE hubiera defendido a los maestros de la Reforma Educativa del régimen peñista, en estos momentos sería un sindicato fuerte y de una calidad moral indestructible. Sin embargo, Juan Díaz de la Torre, junto su sobrina Soralla Bañuelos y a su encargado de finanzas, Alfonso Cepeda Salas, actual secretario general, eligieron ponerse de tapete ante los emisarios del malogrado Enrique Peña Nieto y prefirieron dejar en la orfandad al magisterio mexicano.

No obstante, meses antes del primero de julio, y a pesar de que esta triada de traidores y convenencieros le dieron la espalda al candidato de Morena y apoyaron a José Antonio Meade, aún se sienten intocables, creen que podrán salirse con la suya en la renovación de los comités seccionales.

Lo cierto es que en estos momentos su manual de operación para la renovación de los diversos comités, aún se encuentra en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, aún falta por definir si la autoridad les sugiere que primero sea la renovación del Comité Ejecutivo Nacional y luego los seccionales. Además, el SNTE cepedista debe de entregar cuentas claras a las bases del uso que le están dando a las cuotas sindicales. Y es que no sería justo que las renovaciones se den, si el piso no es parejo para todos. Eso sólo sería una simulación de democracia sindical.

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