El atacante tiene problemas psiquiátricos y estaba bajo el influjo de medicamentos, pero cuando se le pasó el efecto de las pastillas, dijo que lo mató porque vio al diablo. El crimen se cometió cuando los presos veían una película mexicana en un área común junto con otros internos considerados inimputables en el Cereso de Cadereyta, a unos 30 kilómetros al oriente de Monterrey. Algunos internos intervinieron, pero no pudieron evitar que el reo con problemas psiquiátricos cometiera el crimen, se informó.
El responsable del crimen confesó a los celadores que se encontraba medicado, pero que se le terminó el efecto de las pastillas cuando cometió el ataque, además de que no tenían problemas. Agentes del Grupo de Homicidios de la Policía Ministerial llegaron al lugar investigar e interrogar a los testigos, así como a los celadores encargados de la seguridad del área.