El gobernador hizo todo lo posible por quitar a Jorge Winckler de la Fiscalía del Estado, con el argumento de que él era responsable de los feminicidios, de los secuestros y de los homicidios. Bocón como acostumbra ser, hasta dijo que Winckler estaba coludido con el crimen organizado y por ello el problema de la delincuencia en Veracruz. Pero ya no está Winckler y los delitos no han disminuido, antes bien, algunos aumentaron.
Este martes algunos medios de comunicación le preguntaron sobre los 146 feminicidios ocurridos en los 9 meses que lleva como gobernador y el señor, que ya está comprobado tiene dislexia intelectual, contestó con un oxímoron: «O sea no, no exageren, el problema es grave».
¿En qué quedamos? Si el problema no fuera grave, entonces los medios de comunicación estaríamos exagerando, pero si el problema, como él mismo reconoce es grave, ¿dónde está la exageración?
Antes bien existe una alarma porque los feminicidios en Veracruz, en vez de bajar, están subiendo. En Veracruz, de los 11 casos de agosto se subió a 15 feminicidios, y eso que decían que Winckler alteraba los números. Con Verónica Hernández Giadáns, fiscal espuria, la cosa se puso peor.
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