Iván Peña Neder, el pequeño Nerón que se traicionó a sí mismo

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Comunicado de RSP donde se anuncia la salida de Iván Peña Neder de esa organización FOTO: WEB

En la política la mexicana existe algo que se llama institucionalidad y disciplina, los políticos de viejo cuño le dirían «comer sapos y no hacer gestos». Y es que en la organización Redes Sociales Progresistas (RSP) no aceptaban al 100 por ciento a Iván Peña Neder como la cabeza visible de RSP. Se sabe que algunos periodistas cercanos a RSP lo tenían bien investigado, sabían que en el Gobierno Federal existe una carpeta con sus antecedentes neofascistas y sus historiales de belicosidad y un camino escabroso con los permisos para abrir casinos.

Los que lo conocían bien a Peña Neder sabían que su discurso sobre la equidad de género y el respeto a la mujer sólo era labia barata. Esa situación, la conocía perfectamente la maestra Elba Esther Gordillo. Como buen ajedrecista, la líder magisterial sólo esperó el tiempo preciso para solicitarle que cerrara la puerta por fuera. En la política mexicana nada es gratuito, ésta es pragmática.

La salida de Iván Peña Neder de RSP es como la cita bíblica de Mateo 5:29, que dice: «Ahora bien, si ese ojo derecho tuyo te está haciendo tropezar, arráncalo y échalo de ti. Porque más provechoso te es que uno de tus miembros se pierda, y no que todo tu cuerpo sea arrojado en el Gehena». Para la directiva nacional de RSP era mejor desprenderse de este pequeño Nerón, no Napoleón, ya que era seguro que sus debilidades lo traicionarían tarde o temprano. Es muy cierto el dicho que dice «el zorro cambia de pelo, nunca de mañas».

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