En esta vida no se puede chiflar ni comer pinole al mismo tiempo, ni tampoco dar una cara a la sociedad y en lo secreto hacer de las suyas. Todo aquel que ese mete a la política, es como ponerse en un aparador de cristal transparente, su conducta y su quehacer diario son escudriñados por la una sociedad cada día más exigente. La salida de Juan Iván Peña Neder de las Redes Sociales Progresistas (RSP) ya se esperaba, desafortunadamente para él, su vida pública se vio rebasada, su pasado lo alcanzó y finalmente sus actos le pasaron la factura.
Cierto que no se trata de hacer leña del árbol caído, sin embargo, es necesario puntualizar que ya se le había conminado a tener cuidado con su comportamiento. También es cierto que no es la primera vez que un político mancilla el honor de su cónyuge, mediante violencia familiar o exhibición en los medios o redes sociales.
No obstante, su permanencia en una agrupación que está buscando convertirse en partido político, desmerecía a filosofía partidista que proclama RSP, el amor a toda raza, equidad de género y, sobre todo, la exaltación de la mujer como motor importante de la Cuarta Transformación que impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Ni hablar, ya tendrá mucho tiempo Juan Iván Peña Neder para reflexionar seriamente en lo que hará de aquí en adelante. Por lo pronto el 19 del presente, Michoacán tendrá la oportunidad de cerrar filas con Fernando González Sánchez, nueva cabeza visible de RSP.
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