Jorge Flores Martínez / Abordar el tema de Centros Históricos no es un asunto menor, se tiene que emprender con la racionalidad clara del valor del patrimonio construido y la importancia de su salvaguarda y proyección a las próximas generaciones.
Como xalapeños debemos estar conscientes que no tenemos una joya de Centro Histórico como otras ciudades de nuestro país y que nuestros monumentos son mas bien austeros y de arquitectura sencilla. No contamos con las grandes obras del barroco ni con nada que sea espectacular y maravilloso.
Nuestra ciudad posiblemente estaba reservada a ser moderna y estridente, era su destino autoimpuesto desde los años treintas y manifiesto una vez que la misma facultad de arquitectura se instala con todo su modernísimo funcionalismo en los años cincuenta del siglo pasado.
Ampliamos calles y decidimos sustituir los bellísimos edificios decimonónicos con construcciones funcionalistas, muchas sin gran valor arquitectónico, pero supongo que con mucho entusiasmo por la modernidad que prometía la segunda mitad del siglo XX en toda la sociedad xalapeña.
Se perdió gran parte del patrimonio construido y lo que queda no permite una lectura clara de lo que alguna vez existió. Por ejemplo, contamos con uno de los parques más bellos del país, pero es doloroso pensar que justo en ese parque se encontraba el Convento de San Francisco, uno de los primeros en construirse en América continental.
Pero la ciudad ya la tenemos, debemos proteger lo que aun queda y hacer un esfuerzo serio y planeado de recuperación de nuestro Centro Histórico. A mi se me ocurre fortalecer circuitos peatonales entre los Lagos del Dique, La Zona Universitaria y el Centro de la Ciudad. Vigorizar el Centro con pasajes de librerías, galerías y cafeterías y un sin fin de proyectos que deberían ser impulsados por los ciudadanos junto con las autoridades.
Debemos tener claro que la mejor forma de proteger perímetros históricos es cuando estos tienen viabilidad económica y la gente los visita, compra, consume y se entretiene en ellos. Cuando un inmueble antiguo tiene además de su valor cultural e histórico intrínseco un valor económico, este garantiza su conservación adecuada y correcta. La mejor forma de proteger nuestros Centros Históricos es que estos sean buenos negocios, suena muy neoliberal, pero siento decirlo, todo lo demás es palabrería.
Para proteger nuestro patrimonio construido debemos catalogarlo cuadra por cuadra y calle por calle. Incluir en este catalogo las grandes aportaciones que se construyeron en el siglo XX y darles protección adecuada. Elaborar estrategias de corto, mediano y largo plazo que tiendan a la recuperación tanto de inmuebles como del espacio publico. Debemos de recordar que la ciudad es de todos y a todos nos convoca.
Xalapa es una ciudad que nunca le ha dado miedo el cambio, jamás se resistirá a la modernidad y siempre verá el futuro con confianza. Podemos hacer de nuestro Centro Histórico un referente a nivel nacional de buenas practicas y recuperación de espacios públicos.
Los invito el sábado a las 18:00 horas en la Galería de Arte Contemporáneo, Xalapeños Ilustres 135 y ahí platicamos a gusto en compañía de alguien que si sabe, el Arq. Carlos Lascurain Rangel.
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