No obstante, un medio español se puso a investigar la historia y sacó nueva información de la misma, la cual desmiente a la madre adoptiva. De acuerdo con su investigación, en 2010 la pareja adoptó a Natalia, que proviene de Ucrania, quien en ese entonces tenía seis años y ya había estado en dos familias temporales en Florida. Por alguna extraña y desconocida razón, los Barnett lograron terminar el proceso de adopción en 24 horas y se la llevaron a vivir a Indiana. Kristine aseguró que descubrió que la pequeña tenía vello púbico y menstruaba, situación que Natalia intentó ocultar; el hecho puede ser totalmente cierto, ya que la displasia espondiloepifisaria congénita, un tipo de enanismo, que sufre la niña ocasiona un desarrollo temprano.
Por esa razón, la niña fue sometida a varios exámenes médicos y en 2012, cuando se suponía que tenía nueve años y se confirmó que su edad era de 11 años. A pesar de las evidencias los Barnett se obsesionaron con la idea de que era una mujer adulta y cambiaron su edad legalmente a 22 años, aparte de que fue acusada de psicópata. Un año más tarde, en 2013, la pareja se mudó a Canadá con uno de sus hijos biológicos, que había obtenido una beca para estudiar en ese país, y abandonó a la niña en Estados Unidos, donde le pagaron un año de alquiler del departamento. Actualmente, Natalia vive con otra familia y sus padres adoptivos los Barnet están siendo acusados de negligencia infantil.