Van por Winckler, irán por cualquiera que les estorbe, critique o se oponga; todos corremos peligro

Winckler
Giran orden de aprehensión en contra de Jorge Winckler FOTO: WEB
- en Avenida Principal, Carrusel
«Vinieron por los judíos, y yo no dije nada, porque yo no era judío» Niemöller

Giran orden de aprehensión en contra de Jorge Winckler y la prensa se da vuelo, celebrando la desgracia de quien consideran era un alfil de Miguel Ángel Yunes, por lo que había que derramar toda la hiel en contra de Winckler. Sin embargo, pocos se pusieron a analizar la razón por la que le giran esa orden de aprehensión, al parecer tiene que ver con las detenciones, que califican de arbitrarias, en contra de los funcionarios duartistas. Si hay elementos, que procedan, porque un funcionario público no puede actuar arbitrariamente, sea quien sea. Pero si lo que están haciendo, como parece ser, es buscarle, con ayuda de los funcionarios y abogados duartistas, cargos a sus enemigos políticos, entonces todos corremos peligro.

Corre peligro el diputado que se opone a los caprichos de un gobernador estulto que está llevando a Veracruz al desastre; corre peligro el periodista crítico que está documentando los pormenores de ese desastre; corre peligro el empresario que no se deje extorsionar por el Cártel de Sefiplan; corre peligro el alcalde de algún municipio que no acepte las condiciones del pago de su deuda; corre peligro el cura que en su homilía critique a este gobierno represor; corre peligro cualquier político, cualquier ciudadano, cualquier hijo, cualquier padre.

Porque mientras este gobierno tenga en sus manos la procuración de justicia, serán capaces de solicitar órdenes de aprehensión en contra de quien se les pegue la gana, porque también tienen controlados a los jueces gracias a la sumisión del mismo Edel Álvarez Peña. Por último, dejamos las palabras de Martin Niemöller a ver si logran reflexionar: «Primero vinieron por los socialistas, y yo no dije nada, porque yo no era socialista. Luego vinieron por los sindicalistas, y yo no dije nada, porque yo no era sindicalista. Luego vinieron por los judíos, y yo no dije nada, porque yo no era judío. Luego vinieron por mí, y no quedó nadie para hablar por mí».

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